Una importante reunión sostuvieron este jueves 25 de septiembre los diputados miembros de la Bancada del Partido Comunista de Chile y la Izquierda Ciudadana con abogados constitucionalistas, quienes expusieron a los parlamentarios las alternativas y mecanismos para reemplazar la Constitución de 1980.
Tanto los diputados como los expertos, concordaron primeramente en la necesidad de reemplazar una Constitución Política creada y promulgada en dictadura, por una donde el poder popular sea el garante y quien entregue la legitimidad de origen a esta nueva Carta Fundamental.
Bajo esos parámetros, los diputados reafirmaron el compromiso establecido en el Programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, donde la Nueva Constitución para Chile es uno de sus temas fundamentales y que comenzará a ser abordado el próximo año.
En esa línea, los miembros de la bancada igualmente detallaron que los aspectos fundamentales del proceso de elaboración del nuevo ordenamiento, debe ser bajo tres parámetros principales: democrático, para que el nuevo texto sea ratificado por un plebiscito; institucional, con el fin de dar un marco constitucional y legal a la voluntad popular; y participativo, para que la ciudadanía participe activamente en la discusión y aprobación de la Constitución.
Otro de los aspectos resaltantes del intercambio de ideas, fue el despeje de una serie de mitos en torno a la Asamblea Constituyente, esto debido a que en ciertos sectores se ha planteado la idea de que este mecanismo carecería de una institucionalidad que le diera el respaldo legal a la Nueva Constitución.
Sin embargo, los abogados expusieron que en la lógica de la Constitución de 1980, no se contempla ninguna forma ni institución destinada a la concreción de una nueva Constitución. Es decir, el reemplazo de la Constitución de 1980 no será el resultado de la aplicación de normas vigentes, pues la Carta Fundamental promulgada en dictadura, no mantenía ningún tipo de diseño para su reemplazo.
En ese contexto, tanto la Asamblea Constituyente, u otro mecanismo destinado al reemplazo de la Constitución, requerirá, necesariamente, un nivel de institucionalización legal que debe ser refrendado a través de un plebiscito popular y vinculante, en cualquiera de los casos.
Por su parte, los diputados reafirmaron la importancia de generar un proceso constituyente donde el pueblo tenga preponderancia, para lo que es necesario instalar prontamente el debate acerca de la Nueva Constitución en la ciudadanía.
En ese sentido, los parlamentarios junto con agradecer los aportes y sugerencias de los abogados constitucionalistas, subrayaron la necesidad de que este tema siga tratándose en un debate amplio y abierto, por lo que se comprometieron a seguir avanzando en la discusión sobre la Nueva Constitución y generar las herramientas y espacios necesarios para que el pueblo se inserte en este intercambio de ideas.
Santiago de Chile, 26 de septiembre 2014
Crónica Digital
Ésta es una materia muy importante y cualquier iniciativa, como la de la bancada PC-IC es loable.
Además, lo ideal es que toda noticia al respecto aporte más claridad y debida orientación a la ciudadanía.
Lamentablemente, este artículo poco contribuye a un mejor entendimiento y comprensión del objetivo y método que se deberían acordar para el cumplimiento de este compromiso programático.
Existe, en muchos sectores de la ciudadanía, una terrible confusion entre el fin que se persigue y el cómo realizarlo.
Creo, que sería imprescindible aclarar que el objetivo es tener una nueva constitución elaborada durante un gobierno elegido democráticamente y no seguir viviendo institucionalmente bajo una impuesta por el pasado gobierno dictatorial.
Es necesario también, que todos tengamos una claridad meridiana, que el método o el cómo se podría conseguir tal fin, sea un procedimiento que además de contemplar las características comprometidas en la campaña presidencial (democrático, institucional y participativo), sea lo suficientemente ágil y efectivo para llegar, a la brevedad posible, a concretar su objetivo.
En este sentido, hay que tener presente que la proposición de un método basado en una asamblea constituyente es bien aceptable, pero no es la única ni mucho menos se debe caer en el dogmatismo de que tiene que ser ésta y ninguna otra.
Como sea, mientras más clarificación y avances por aunar criterios, para tener así a la ciudadanía bien informada, tanto mejor. El tiempo pasa rapidamente y ojalá que no nos pasemos en puras discusiones per sécula seculórum.