Las relaciones peruano-chilenas tienden hoy a la tranquilidad tras una tensa jornada en la que un grupo de ciudadanos de este país fue impedido de marchar a un pequeño territorio fronterizo que es materia de controversia.
El clima de distensión fue abonado por el canciller peruano, Gonzalo Gutiérrez, quien dijo anoche, tras una sesión del Consejo de Ministros que “el gobierno del Perú tiene la voluntad de llevar la más armoniosa y pacífica relación con Chile. Tenemos un futuro de desarrollo común, tenemos una multiplicidad de áreas en las que podemos y debemos trabajar”.
Tales posibilidades, dijo, se plantean “más aún cuando hemos avanzado sustantivamente en el establecimiento de la frontera marítima (por un fallo de la Corte de La Haya) y ese es un ejercicio del cual podemos sentirnos orgullos los dos países”, precisó.
Sobre la marcha de ayer, de medio centenar de civiles que desfilaron desde la ciudad sureña de Tacna y a los que la policía impidió llegar al área de controversia, Gutiérrez afirmó que fue minoritaria y obedeció a intereses políticos, que no especificó.
Según el ministro, ese tipo de manifestaciones no son constructivas para llevar una adecuada relación de concordia con los países vecinos.
Ratificó al mismo tiempo la posición de su país, en el sentido de que el triángulo terrestre de 3,7 hectáreas ubicado en el extremo costero de la frontera con Chile pertenece a Perú en virtud del Tratado bilateral de límites de 1929.
Añadió que sobre eso, como lo ha dicho Lima “muy enfática y claramente”, Perú no tiene ninguna duda. “Es una certeza, una realidad jurídica”, remarcó.
Anotó que si Chile tiene una interpretación diferente, existe la posibilidad de recurrir por consenso al arbitraje del presidente de Estados Unidos, previsto por el tratado de 1929 para el caso de controversias que no puedan resolverse bilateralmente.
Lima, 28 de agosto 2014
Crónica Digital / PL