Un robo digno del mejor guión de Hollywood el pasado 12 de agosto dejó sin aliento a las autoridades de Chile, que adoptaron desde hoy varias medidas para atemperar las críticas.
El propio ministro de Defensa, Jorge Burgos, visitó dos veces en las últimas horas el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez, donde encapuchados robaron seis mil millones de pesos (unos 10 millones de dólares) en plena luz del día.
Burgos puso en marcha un sumario administrativo con el fin de establecer responsabilidades. La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de Chile, inició un proceso para determinar el papel de los operadores aeroportuarios.
Asimismo, se aumentó la dotación de seguridad aeroportuaria, incorporando más de 70 nuevos funcionarios, y los controles en la zona de seguridad y la fiscalización a las operaciones de transportes de valores.
Igualmente fueron reforzados los controles de acceso a zonas restringidas con persona de seguridad y se elevó el número de vehículos con equipos para chequeos de zonas restringidas.
Según las primeras pesquisas, en el video de seguridad aparece un hombre vestido con pantalón y chaqueta reflectantes que desciende para abrir la reja y permitir su ingreso a una zona restringida de un vehículo.
Para no levantar sospechas, la velocidad del vehículo que transporta a los delincuentes armados no supera los 25 kilómetros por hora.
Las señaléticas instaladas a lo largo de 1,5 kilómetros de distancia de la losa son respetadas con recelo por los autores del atraco vestidos con
pasamontaña y guantes, que antes redujeron a un grupo de guardias de seguridad.
El ministro Burgos dijo que se determinó suspender de sus cargos al director de aeródromos y servicios aeronáuticos, Héctor Carreño; al jefe del aeropuerto Merino Benítez, Eduardo del Canto; y al jefe de seguridad aeroportuario, José Ili.
La empresa que realizaba el transporte de valores no cumplió con el procedimiento reglamentario, ni contó con medidas propias de seguridad, ni con apoyo policial externo, lo que aumentó la vulnerabilidad, sentenció Burgos.
Santiago de Chile, 27 de agosto 2014
Crónica Digital / PL