Una persona resultó gravemente herida y otras siete fueron arrestadas en las primeras horas de hoy durante el séptimo día de protestas en la ciudad estadounidense de Ferguson, Missouri, por el asesinato de un joven negro la semana pasada.
El gobernador estatal, Jay Nixon, declaró el estado de emergencia a partir de la noche del sábado e impuso el toque de queda, pero eso no impidió la continuidad de las manifestaciones que exigen justicia por la muerte de Michael Brown, de 18 años.
Esta madrugada el jefe de la patrulla de carreteras de Missouri, capitán Ronald S. Johnson, reconoció que las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos y bombas de humo, y después de este ataque hubo un tiroteo que provocó heridas a una persona, hospitalizada en estado crítico.
Según el diario local Saint Louis Post-Dispatch, intensas lluvias desde altas horas de la noche del sábado no impidieron la actividad de los manifestantes hasta el amanecer, cuando todavía se escuchaban disparos aislados en Ferguson, a pesar del toque de queda vigente hasta el amanecer, añade el periódico.
Emisoras televisivas locales señalaron este domingo que el Buró Federal de Investigaciones iniciará una pesquisa sobre las circunstancias de la muerte de Brown, quien falleció tras ser impactado por varios disparos realizados por el oficial Darren Wilson.
Es probable que se le realice una segunda autopsia al cuerpo del adolescente, a solicitud de los familiares de la víctima.
Las fuerzas policiales volvieron a utilizar equipamiento militar para reprimir a los manifestantes, como fusiles de asalto y vehículos blindados, tácticas que han recibido fuertes críticas de activistas y medios de prensa a nivel nacional.
Sobre este tema, la vocera de la Unión Americana para las Libertades Civiles, Kara Dansky, señaló esta semana que “lo que vemos hoy en Ferguson es un reflejo de la excesiva militarización de la policía que tiene lugar en Estados Unidos desde hace varias décadas”, bajo un programa patrocinado por el Pentágono.
Dansky agregó que “cuando la gente ve un vehículo similar a un tanque de guerra en las calles comienza a pensar que está bajo estado de sitio, esto es una demostración excesiva de fuerza que exacerba el riesgo de la violencia”.
Washington, 17 agosto 2014
Crónica Digital / PL