El minúsculo grupo de bonistas norteamericanos conocido como fondosbuitre rechazó las ofertas de Argentina que se esforzó por encontrar un arreglo razonable, equilibrado y justo para todos, manifestó en Nueva York su ministro de Economía, Axel Kicillof.
Luego de una reunión de seis horas, Kicillof manifestó en rueda de prensa en el consulado argentino en esa ciudad que el Gobierno no va a firmar ningún compromiso que sea injusto ni comprometa el futuro del país, del pueblo argentino, ni su bienestar.
“Nuestro interés es alcanzar una solución justa, equilibrada y razonable con el 100 por ciento de los bonistas, pero nunca aceptaremos imposiciones extorsivas, ni que nos obliguen a poner en riesgo la disponibilidad financiera del país”, afirmó el ministro.
“Tampoco aceptaremos nada que transgreda lo acordado con la casi unanimidad de los acreedores”, remarcó en el contacto con la prensa transmitido en vivo en Argentina.
Relató todas las ofertas y sugerencias que propuso el Ejecutivo de la presidenta Cristina Fernández para encontrar un arreglo, pero todas -dijo- fueron rechazadas. “Lo que quieren es cobrar sumas millonarias y de inmediato”, criticó.
Lo segundo que hará Argentina -acotó- es respetar los acuerdos logrados en la reestructuración de la deuda en 2005 y 2010 con la inmensa mayoría de los acreedores, que conforman el 92,4 por ciento del total.
Y tercero, tomará en cuenta y analizará todos los instrumentos de los contratos contraídos, de las leyes argentinas y de las internacionales para evitar otra situación como esta, que calificó de inédita, insólita e injusta.
Kicillof restó importancia a lo que ya una calificadora financiera, la S&P, de declarar a Argentina en cesación de pagos (default).
“En default está el país o empresa que no tiene solvencia financiera y monetaria”, recalcó y reiteró que “Argentina no está en default porque pagó en tiempo y forma, simplemente que ese dinero el cual pertenece a tenedores de bonos está retenido en bancos por un fallo del juez (Thomas) Griesa”.
La actuación de ese magistrado “ha presentado un impedimento insólito para esos acreedores puedan cobrar”, señaló y se preguntó “de quién y dónde está entonces la intransigencia”.
El ministro depositó en el juez Griesa toda la responsabilidad de la actual situación en la que un país paga oportunamente su deuda y le impide cobrar a los acreedores el dinero que les pertenece.
Kicillof recordó que los fondos buitre litigantes, específicamente las financieras NML Capital y Aurelius, representan el 0,8 por ciento de los bonistas que no entraron en los canjes de 2005 y 2010, que constituyen el 6,2 por ciento.
A una pregunta de que si el gobierno no teme que ahora las instituciones internacionales no le quieran conceder préstamos al país, recordó que
Argentina ha venido pagando desde el 2005 unos 190 mil millones de dólares sin pedir crédito alguno porque no está en insolvencia monetaria.
Advirtió que ahora los fondos buitre van a tratar de crear problemas y situaciones incómodas para el país.
Buenos Aires, 30 de julio 2014
Crónica Digital / PL