Un informe circulado hoy de las víctimas civiles del ataque israelí contra esta franja palestina indica que anoche en sólo dos horas 23 personas, en su mayoría niños, murieron destrozados por misiles aire-tierra y fuego artillero.
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Los números, provisorios, pues durante la madrugada de hoy prosiguió el rescate de cadáveres, cifra en casi 600 el número de muertos en los 14 días de bombardeos indiscriminados de Tel Aviv contra este territorio.
La alta mortalidad provocada por los impactos de proyectiles de guerra se explica por la alta densidad poblacional y lo precario de la mayoría de las construcciones: Gaza está categorizado por la ONU como uno de los territorios más superpoblados y pobres del mundo.
Los ataques israelíes no están concentrados en una zona, sino que escogen distritos urbanizados los devatasna y pasan a otro, en lo que tiene indicios de una estrategia diseñada para exterminar el mayor número de personas, acorde con testigos.
La víspera, la Organización de la Conferencia islámica emitió un comunicado en el cual califica de genocidio la operación israelí, iniciado hace 14 días y sin indicios de detenerse a pesar de las tibias exhortaciones del Consejo de Seguridad de la ONU a cesar las hostilidades.
Una reunión la víspera del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien ya estuvo en Kuwait, con el canciller egipcio, Samih Shukry, no ha producido resultados tangibles en dirección a un cese de los ataques. Ban tiene programado reunirse con el presidente egipcio, Abdel Fattah El Sisi, pero los medios oficiales mantienen el silencio, al igual que sobre la anunciada visita del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, relacionada con gestiones para conseguir un cese de los ataques israelíes.
Mientras esos contactos se concretan y, en el mejor de los casos, rindan frutos, Israel prosigue sus bombardeos indiscriminados contra la población del enclave costero palestino ante la mirada de la comunidad internacional que contempla impasible los ataques que cada día adquieren más relieve de limpieza étnica.
La fiereza de los bombardeos y el exterminio masivo de civiles refuerza la hipótesis de que el Gobierno del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, se propone ocupar al menos un segmento de la franja, lo que explicaría el éxodo forzado de más de 125 mil de sus habitantes.
Gaza, 22 de julio 2014
Crónica Digital / PL