El gobierno boliviano solicitó el concurso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para resolver el litigio con Chile por las aguas del Silala, motivo hasta hoy de divergencias entre ambas naciones.
El canciller boliviano, David Choquehuanca, propuso que expertos de la ONU ayuden a determinar a qué país pertenecen las aguas del referido manantial, ubicado en la zona fronteriza de Quetema, en el departamento de Potosí.
Según el diplomático, “lo que tenemos que hacer es determinar la naturaleza de las aguas y nosotros estamos dispuestos a ir con cualquier experto entendido en la materia de Naciones Unidas que nos pueda acompañar y determinar la naturaleza de las aguas del Silala”.
Sin embargo, dejó claro que las referidas aguas nacen en la parte boliviana y advirtió que son altamente mineralizadas, “frutos de procesos de liofilización y pirogenización” y enfatizó que emergen a la superficie en las montañas de Bolivia, limítrofes con Chile, en la zona andina.
Ese bien forma parte de la carpeta de disputas que La Paz y Santiago mantienen desde hace décadas, signadas por la centenaria demanda marítima boliviana, ahora bajo la actuación de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Choquehuanca insistió en que Bolivia reclama a Chile el pago por 14 mil litros por segundo, los cuales, desde 1906, bajan por un sistema artificial de acueductos desde los manantiales del Silala hasta la ciudad de Arica.
Estas aguas sirven, desde la década de 1970, a la producción en Chuquicamata, la mina de cobre a tajo abierto más grande del mundo en el norte de Chile y puntal de su erario.
Las aguas del Silala fueron desviadas a Chile a principios del siglo pasado, mediante un acuerdo entre las parte, con la intención de alimentar las locomotoras de vapor, pero Chile se negó constantemente a pagar por el líquido.
Desde entonces, y cada vez que sale a relucir el tema, Chile alega que las referidas aguas corren naturalmente por su país, como un río internacional, en tanto Bolivia argumenta que se trata de un manantial en su territorio.
Hace dos años, Bolivia construyó varias piscinas para la cría de truchas en el lugar y en julio de este año el presidente Evo Morales orientó embotellar decenas de miles de litros de agua, que obsequió a las delegaciones participantes en la Cumbre del Grupo de los 77 más China celebrada en Santa Cruz.
Chile invadió Bolivia en febrero de 1879 y le arrebató 120 mil kilómetros cuadrados de territorios ricos en recursos minerales y 400 kilómetros de costas al Océano Pacífico, lo cual provocó la mediterraneidad boliviana.
La Paz, 18 de julio 2014
Crónica Digital