El departamento de Defensa estadounidense presentó un programa de suministro de armas y entrenamiento militar para dos mil 300 integrantes de grupos opositores que intentan derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad.
Según el diario The Wall Street Journal el proyecto, que se prolongará por un año y medio, dispone de un financiamiento de 500 millones de dólares, está dirigido tanto a efectivos de los grupos moderados de la oposición como a aquellos que combaten vinculados a la red terrorista Al Qaeda. Aún no se precisa a qué grupos opositores concretos planea ayudar Washington, remarcó el periódico.
El programa, anunciado a fines de junio por el presidente Barack Obama y que aún debe ser aprobado por el Congreso, fue presentado la semana pasada a varios comités del Capitolio en sesiones a puerta cerrada.
Precisó el diario que varios congresistas sugirieron aumentar la cantidad de participantes, una dificultad para el Pentágono que reconoce la complejidad de distinguir entre soldados moderados y aquellos radicales de tendencia fundamentalista que pretenden imponer un califato islámico en la nación levantina.
Queda por decidir cómo serán seleccionados los futuros combatientes y donde tendrán lugar los entrenamientos.
Si el Pentágono logra encontrar la cantidad necesaria de “rebeldes moderados”, el programa podrá ser extendido, aseveró un oficial de alto rango citado por el diario bajo condición de anonimato.
El objetivo del entrenamiento a los calificados como rebeldes y de suministrarles armas es ayudarlos a conservar, al menos, los territorios que controlan en Siria, declararon algunos oficiales del Pentágono y del Departamento del Estado al periódico.
Siria padece un agudo conflicto armado entre el gobierno y grupos opositores integrados en su mayoría por fundamentalistas y radicales islámicos que pretenden subvertir el orden constitucional e imponer un califato donde rija la sharia o ley islámica.
Damasco acusa a Washington y a gobiernos de países europeos y de Medio Oriente de brindar amplia asistencia financiera, logística y mediática a dichos grupos, copados con más de 100 mil mercenarios de 83 países, según distintas fuentes.
A fines de enero, el Congreso estadounidense aprobó en secreto el envío de armas y ayuda financiera a las bandas armadas en Siria.
La asistencia incluyó varios tipos de cohetes antitanques, municiones de infantería y otros abastecimientos indispensables para las acciones de los llamados “sectores moderados” dentro de los grupos subversivos del país árabe.
Los legisladores avalaron la medida en una votación a puertas cerradas para suministrar los fondos y la logística a la oposición armada hasta el 30 de septiembre próximo.
Washington, 16 julio 2014
Crónica Digital / PL