Un acuerdo de amplio alcance permitió al Gobierno de Michelle Bachelet proyectar su reforma tributaria con algunas modificaciones, lista para ser votada hoy en la Comisión de Hacienda del Senado.
De hecho, los analistas locales consideran que los transformaciones tributarias están a punto, aunque no faltan los detractores que indicaron la falta de compromiso con los beneficios reales prometidos a la ciudadanía.
La administración de Bachelet, y en particular su ministro de Hacienda, Alberto Arenas, consideraron histórico el acuerdo que se logró con la oposición de derecha para permitir el avance de la reforma.
Arenas consideró que se trata de un enorme paso en la dirección correcta, para sacar adelante la reforma tributaria más compleja de los últimos 30 años.
El presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara alta, Pablo Lorenzini, de la Democracia Cristiana que integra la Nueva Mayoría (en el poder), criticó en duros términos el arreglo adoptado.
“Algún día espero que en este país podamos hacer una reforma para la gente, para las regiones y que paguen los que tengan que pagar. Lo único que no han cambiado durante estas conversaciones es la rebaja de impuestos a los que ganan más”, dijo.
Sin embargo, Arenas destacó que se trata de “una gran noticia para todos los chilenos”. Estamos escribiendo un nuevo capítulo de las políticas públicas del país, acotó.
El senador Juan Antonio Coloma, de la derechista UDI, se refirió a la relevancia del consenso y el papel de su partido en este sentido. Se han logrado modificaciones al proyecto, en especial en favor de las pequeñas y medianas empresas, precisó.
Según otros análisis, la reforma aumenta los impuestos a las empresas, reduce el de las personas y promueve el ahorro.
Santiago de Chile, 9 de julio 2014
Crónica Digital / PL