El papa Francisco pidió hoy perdón por los abusos cometidos contra niños por algunos sacerdotes y manifestó su dolor por los daños causados a familias y personas inocentes.
Durante una misa en la capilla de Santa Marta, a la que asistieron seis víctimas de esos crímenes, el Obispo de Roma lamentó los «execrables actos» de varios eclesiásticos contra los menores y las grandes cicatrices dejadas en los pequeños.
El Sumo Pontífice expresó su preocupación por las afectaciones físicas y emocionales causadas a muchos niños por sacerdotes pederastas, «las cuales conllevan a adicciones y hasta al suicidio».
«Esas muertes pesan sobre mi corazón y conciencia y sobre la Iglesia toda. Pido humildemente perdón por los pecados de nuestros clérigos y por el silencio de algunos líderes de la Iglesia ante esos delitos», afirmó.
Francisco manifestó que la omisión de esos abusos y la falta de respuesta ante las denuncias de los afectados «conduce a un sufrimiento mayor y pone en peligro a otros niños».
«No hay lugar en el Ministerio de la Iglesia para quienes cometen esos crímenes. Me comprometo a no tolerar el daño a los pequeños», aseveró el pontífice argentino y solicitó la colaboración de la comunidad internacional para erradicar ese fenómeno.
Tras finalizar la misa matinal, Francisco sostuvo encuentros privados con cada una de las seis víctimas de violaciones sexuales, presentes en la homilía.
Durante la última década, la Santa Sede destituyó a 884 sacerdotes y sancionó a otros dos mil 572 involucrados en casos de pederastia.
En abril de este año el Papa expresó: «Me siento interpelado a hacerme cargo de todo el mal que algunos clérigos causan a los menores. Somos conscientes de ese daño y no daremos marcha atrás en cuanto al tratamiento de ese problema y a las sanciones necesarias».
Roma, 7 de julio 2014
Crónica Digital / pl
