Las mieles de la victoria se saborean con euforia y mesura, aunque los chilenos deberán controlar los excesos ante el partido de hoy frente a Holanda en la serie B de la Copa Mundial de Fútbol.
Luego del categórico 2-0 sobre la destronada España, el desafío ahora en la arena Corinthians de Sao Paulo tiene enloquecidos a los 17 millones de chilenos que desde hoy andan vestidos con camisetas rojas y gorros de distinto tipo.
Es una linda historia para nuestro país que anda buscando su protagonismo internacional y esta selección nos llena de optimismo, pero las celebraciones no deben terminar en vandalismo, comentó a Prensa Latina un anticuario.
Ubicado en un punto estratégico del centro de esta capital, Rafael Esteban, como se hace llamar, se sienta en el umbral de su pequeño negocio, fumando una pipa que retoza alrededor de su tupida barba.
«La Roja (como llaman al equipo nacional) ha madurado y si bien ya tuvo jugadores del rango de Zamorano, Salas y Caszeli, la generación actual alcanzó el nivel mundial requerido y el entrenador ha hecho un buen trabajo», opinó.
Desde Brasil, el técnico de los holandeses, Louis Van Gaal, elogió la calidad de los transandinos y la labor de su colega Jorge Sampaoli (el argentino que dirige a Chile), y subrayó que mañana tendrá lugar un buen duelo.
Vamos en busca del éxito que es lo mejor, aunque me imagino que Brasil no quiere enfrentarnos. Hemos anotados muchos y extraordinarios goles; sin embargo, no estamos jugando ese futbol ofensivo que nos caracteriza, apuntó.
Pero mientras el deleite en debates acerca de tácticas y estrategias, o si alineará Aránguiz (Charles) y quedará fuera Vidal (Arturo) dominan el ambiente, también el Gobierno volvió a hacer un llamado a disfrutar el partido en calma y alegría.
El ministro Secretario General de Gobierno, Alvarao Elizalde, señaló que «en primer lugar es necesario precisar que la gran mayoría de los chilenos ha celebrado en un ambiente familiar y pacífico».
Desafortunadamente unos pocos han participado en actos de violencia que condenamos enérgicamente, acotó.
Adelantó que el cuerpo de Carabineros (policía) ha reforzado su plan de contingencia ante los nuevos cotejos de la selección chilena.
«Al margen de las medidas adoptadas para reforzar la seguridad, nunca será posible tener un carabinero al lado de cada ciudadano para evitar desmanes. Por eso reiteramos el llamado a celebrar de forma alegre y pacífica», advirtió.
Condenamos todo tipo de agresiones y, especialmente, aquellas cometidas contra los trabajadores del transporte público», concluyó Elizalde.
Los dos partidos de Chile en la Copa Mundial de Fútbol dejaron un sombrío saldo de 900 buses dañados y 40 conductores heridos.
Por Fausto Triana, 23 de junio 2014
Crónica Digital / PL