Aterrizar en Brasil en estos días es un enorme motivo de orgullo y jolgorio, pero ya lo dijo Josep Blatter, el mandamás del fútbol mundial, las lesiones, espada de Damocles del espectáculo.
Caliente que arde ya la Copa del orbe de Brasil 2014, las quejas del propio Blatter vuelven a poner el dedo en la llaga: demasiadas estrellas lesionadas que se perderán la mayor fiesta del balompié y otras en dudas en estos momentos.
Es algo repetido por el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), como ya lo hizo también en Sudáfrica 2010, pero parece obvio que no bastan las palabras. Por el contrario, los clubes siguen en las mismas.
Florentino Pérez, el hombre fuerte del Real Madrid, se quejó del estado físico de algunos jugadores y se limitó a subrayar que los entrenadores no deben obligarlos a estar en el terreno por el simple placer del triunfo. ÂíVaya análisis!
En fin, que nos perderemos al colombiano Radamel Falcao, al germano Marco Reuss, el francés Franck Riberey y el italiano Ricardo Montolivo, por mencionar algunos. Y no se sabe qué pasará con el chileno Arturo Vidal.
La misma pregunta rodea a los Cristiano Ronaldo, Luis Suárez y Diego Costa, pero por ahora la única mirada posible apunta hacia Sao Paulo, con el duelo inaugural entre la canarinha y el peligroso equipo de Croacia en el grupo A.
Buen medidor en el estadio paulista Arena Corinthians para los auriverdes de Luiz Felipe Scolari y la banda de un “jogo bonito” más pragmático del jovencito Neymar y el veterano Fred, quien vuelve a dar fe que anda como los vinos.
La “Penta” quiere llegar a su sexto título universal y aunque no posee una nómina impresionante, hay mucha calidad en los jugadores y el fútbol es parte del aire que se respira en Brasil.
De la llave B, hay un plato fuerte de adelanto el día 13 en Salvador de Bahía, la reiteración de la final de Sudáfrica entre España y Holanda, sin olvidar que Chile, una escuadra que aspira a dar sorpresas, debuta ante Australia y Cuiabá.
Para el 15 de junio otro gran atractivo y nada menos que en el emblemático Maracaná de Río de Janeiro, Argentina-Bosnia Herzegovina, en la serie F. Y si faltaban ingredientes de un banquete de lujo, el 16 Alemania-Portugal en el grupo G.
Algo así como el calentamiento a fondo de los motores en un torneo de difícil pronóstico, como todos, pero en especial por las lesiones y los “tocados”, que amenazan con la posibilidad aburrida de los empates firmados para no correr riesgos.
Por Michel Dalí
Belo Horizonte, Brasil, 9 junio 2014
Crónica Digital / PL