El senador Guido Girardi, junto a académicos de la Universidad Adolfo Ibáñez, representantes de la Escuela de Salud Pública, de la Organización Chile Libre de Humo de Tabaco y de la Federación Internacional de Estudiantes de Medicina pidieron aprovechar “la mayor reforma tributaria de los últimos 30 años, para generar un país más equitativo y también saludable”.
El presidente de la Comisión de Salud del Senado afirmó que las enfermedades crónicas no trasmisibles “son una epidemia que genera la mayor mortalidad. De los 300 chilenos que mueren a diario por diversas causas, 200 son por accidentes cardiovasculares, cáncer y complicaciones por hipertensión y diabetes. De esas muertes 100 son de personas entre 40 y 60 años que se podrían evitar. Cada uno de esos decesos tiene un costo estimado de $50 millones, unos US$100 mil dólares al día, o sea US$10 millones al día que al año son 3.600 millones de dólares”.
El parlamentario agregó que, según datos del Minsal, “sólo el tabaquismo provoca la muerte de 16 mil personas al año con un costo de US$ 2.500 millones. No hay ningún presupuesto en el planeta que pueda resistir esa espiral de costo que va en aumento. Si Chile no cambia cada vez van a morir más personas por tabaco, obesidad y sedentarismo. Hoy hay un exceso de muertes por estas causas entre quienes borden los 50 años, cuando lleguen a esa edad, los que actualmente tienen 6 años, será un desastre porque el 23% de los niños son obesos. Además,Chile tiene una de la más altas prevalencia de tabaquismo en el mundo. Más del 40% de la población fuma y el 38% de los escolares de 1° a 4° medio”.
Según el senador esta “dramática situación” se debe a que en Chile existe falta de regulación para que las tabacaleras desarrollen sus estrategias para atraer niños como nuevos consumidores y para que las empresas de comidas chatarras, bebidas gaseosas dulces y alimentos altos en grasas tengan publicidad engañosa y escondan entre sus componentes productos dañinos como sal y azúcar”.
Por ello es que plantearon que en caso “de haber modificaciones en la reforma tributaria en temas como la renta presunta o la segunda vivienda –excluyendo el FUT y el aumento a las utilidades de las empresa- se aplique un incremento similar a la disminución a todos los productos que incrementan los males sociales”.
El jefe de la bancada de senadores PPD afirmó que se debe tener una “política impositiva a los males sociales, no solamente para recaudar, sino que por al aumentar los precios disminuyen el consumo” y añadió que pedirán al Gobierno que “aumente de manera el impuesto específico para que todas las cajetillas valgan lo mismo y al menos lleguen al precio internacional de 10 dólares”. Así mismo, también se manifestaron partidarios de “aumentar un poco más en las bebidas gaseosas dulces, que se incorporen los alimentos como snack, suflitos y otras golosinas llenas de azúcar y generan estragos en la población infantil”.
Para el parlamentario lo que está en juego es “la protección del derecho humano a la salud frente al negocio de empresas codiciosas que no trepidan en engañar para vender sus productos. Si en tabaquismo bajáramos de 42% a 32% la prevalencia, evitaríamos 2600 muertes al año. Esta es una responsabilidad de Estado prioritaria, porque todo ese costo ahorrado podrían invertirse en mejorar el Sistema de Salud Público”
El académico y economista de la Universidad Adolfo Ibáñez, Guillermo Paraje, explicó que de acuerdo a un estudio realizado un incremento de un 20% al impuesto específico implica una disminución de entre un 7 a un 10% del riesgo en los menores para comenzar a fumar. “Sería muy importante que las decisiones de impuestos exista un esfuerzo en aprobar un aumento sustantivo del impuesto específico para disminuir la dispersión de precios y desincentivar que cambien de marcas”.
Sonia Covarrubias, coordinadora de Chile Libre de Humo de Tabaco, señaló que el tabaquismo es un mal negocio para el Estado, las adolescentes chilenas son las más fumadoras del mundo. El alza de los impuestos al tabaco es promovida por la OMS y es la medida más efectiva para bajar las tasas de tabaquismo. Estamos discutiendo la más grande reforma tributaria de los últimos 30 años y no sólo queremos generar un país más equitativo sino que también más saludable. Llamamos a la Presidenta Bachelet, como médica como salubrista, a que se suba significativamente el impuesto al tabaco para impactar positivamente en la salud pública. Chile no se puede perder esta oportunidad política”.
Edgardo Vera de la Escuela de Salud Pública y Valeria Bustos de la Federación Internacional de Estudiantes de Medicina, respaldaron el incremento de impuestos al tabaco y azúcares pues “el 70% de la población chilena tiene sobrepeso y el Simce de educación física demostró que sólo el 8% de los niños tienen una condición física ideal y más del 26% son obesos”.
Santiago de Chile, 8 de junio 2014
Crónica Digital