El respaldo de la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a la monarquía provoca hoy rupturas internas en una organización ya en posición difícil tras su debacle en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo.
Versiones de medios regionales indican que el respaldo del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la sucesión monárquica tras la abdicación el lunes del rey Juan Carlos, tiene la resistencia de varios sectores del principal partido de oposición de España.
De acuerdo con esas fuentes el malestar fue expresado por la juventud del PSOE y dirigentes en la ciudad de Barcelona y varias regiones autónomas como Baleares, Valencia y Galicia.
Versiones filtradas a la prensa indican que, entre otros, el secretario general de Juventudes Socialistas, Nino Torre, pidió apoyar la demanda de otras fuerzas por un referendo para conocer si los españoles prefieren la Monarquía o un Estado republicano.
Voces discordantes se oyeron en una reunión de la dirección para asumir posiciones sobre la abdicación, tras lo cual Rubalcaba afirmó que pese a ser un partido de raíces republicanas mantiene el consenso logrado durante la transición de la dictadura a la democracia.
Su argumento, según revelaciones, no convenció a los sectores más jóvenes ni a la secretaria general del partido en Islas Baleares, Francina Armengol, quien también defendió la consulta popular.
Algunos analistas sugieren, incluso, que para enfrentar la previsible revuelta ante el compromiso de apoyar a la monarquía, Rubalcaba aplazó su salida de la jefatura del PSOE, anunciada tras la caída de votos al nivel más bajo de su historia en las elecciones europeas.
En una posición inusual, el portavoz parlamentario del Partido Popular, Alfonso Alonso, defendió a Rubalcaba y en una entrevista a la cadena Cope restó importancia a la rebelión con el argumento que “el PSOE siempre tiene muchas voces”.
Precisó que en ese debate se queda con las palabras de Rubalcaba quien -dijo- aun es el líder del partido. Para la estabilidad del país es bueno que el Partido Socialista sane de sus heridas,apuntó.
La división interna, sin embargo, parece muy negativa para el PSOE, que no supo aprovechar la caída de popularidad del PP y lejos de demostrar ser una alternativa se encuentra sumido en un momento particularmente complicado para su futuro.
Por Miguel Lozano
Madrid, 4 de junio 2014
Crónica Digital / PL