El presidente estadounidense Barack Obama viajará durante esta semana a Polonia, Bélgica y Francia, en momentos cuando cosecha críticas tanto a nivel interno por varios escándalos, como por la proyección de Washington hacia el mundo.
En Europa el Pentágono incrementa la presencia militar y acrecienta las tensiones con Rusia debido a la situación en Ucrania, con un fuerte despliegue de militares y medios navales y aéreos que expertos califican como un renacimiento de la confrontación semejante a la de la Guerra Fría.
El periplo ocurrirá a pocos días de que el mandatario anunciara reajustes en la doctrina de política exterior y seguridad nacional adaptada a la situación global en sus dos últimos años de mandato, que concluye en 2017.
La semana anterior, Obama informó que la presencia militar estadounidense en Afganistán se extendería posiblemente hasta fines de 2016, con lo cual quebró otra de sus promesas relativa a que la aventura bélica en la nación asiática concluiría el próximo diciembre.
De igual forma, delineó el 28 de mayo durante una alocución en la Academia Militar West Point, estado de Nueva York, fundamentos de una política exterior que buscará priorizar la diplomacia y el multilateralismo por encima del uso desmedido de la fuerza militar.
Argumentó el Ejecutivo que “la acción armada no puede ser el único, ni incluso el principal componente de nuestro liderazgo, en especial cuando no existe una amenaza directa contra Estados Unidos”.
Numerosas fueron las críticas al discurso del gobernante, quien atestigua como su otrora buena estrella que le ganara tantos adeptos dentro y fuera del país con promesas de cambio, prosigue eclipsándose en medio de escándalos, el obstruccionismo de la oposición republicana y contradicciones en la aplicación de sus políticas.
A juicio de The New York Times, al discurso de Obama en West Point le faltó sentido estratégico, careció de inspiración, fracasó en el intento por acallar las críticas sobre sus relaciones con el mundo y fue impreciso al anunciar planes para los años que le quedan en la Casa Blanca.
Por su parte, el diario The Hill destacó que el denominado nuevo enfoque sobreviene en medio de críticas por su “cautela” respecto a Rusia y Siria y la renuencia a ordenar intervenciones militares lo que, supuestamente, para los seguidores de esa línea, ha debilitado la influencia de Washington en el mundo.
El periodista George Condon resaltó en el diario National Journal que el viernes Obama mostraba un aspecto cansado al aceptar la renuncia del secretario de Asuntos de Veteranos, Eric Shinseki y anunciar la de su vocero durante tres años, Jay Carney.
Pese al respaldo del Ejecutivo, Shinseki debió dimitir en medio de presiones por mala atención y falsificaciones en hospitales que atienden a excombatientes, lo cual llevó a la muerte de 40 de ellos en centros de salud de Phoenix, Arizona.
Obama está en un punto en su administración cuando su agenda parece agotada, encuentra detractores a sus políticas tanto en casa como en el extranjero y sus principales colaboradores dentro del gabinete parecen abandonarlo, subrayó Condon.
Washington, 1 junio 2014
Crónica Digital / PL