Para Andrea Gutiérrez, presidenta del Sindicatos de Actores y Actrices de Chile SIDARTE, el surgimiento de espacios de “recreaciones” que acompañan a distinto programas de la televisión chilena es una oportunidad de incorporar calidad y talento profesional oferta televisiva pero, lamentablemente, como en muchos ámbitos de las relaciones laborales en nuestro país, tiene su lado oscuro a la hora de respetar los derechos de los trabajadores.
“Es un formato cercano y que gracias a las capacidades de los actores y demás profesionales que participan en estos segmentos, permite introducir un tema de debate desde una mirada del televidente. Del mismo modo, se ha convertido en una creciente fuente laboral para actores. Sin embargo, y aquí viene el problema, a pesar de la calidad profesional de quienes trabajan en ellos, hemos recibido como sindicato reiteradas denuncias que las estaciones de televisión y las productoras que los realizan no cumplen con la legislación que protege a estos trabajadores, rara vez se reajustan los sueldos y no son un trampolín natural para acceder a roles de mayor presencia en las producciones dramáticas de los canales, como debería ser”, señala Gutiérrez.
En efecto, los principales canales de la televisión chilena, TVN, Canal 13, Chilevisión y Mega emiten espacios de recreaciones en sus programación habitual. En algunos casos, lo hacen con sus propias áreas dramáticas o de ficción y en otros subcontratan a productoras para su realización.
Según las denuncias llegadas a SIDARTE, en ninguno de los dos casos se cumple con la ley 19.889 que regula las condiciones de trabajo y contratación de los trabajadores de artes y espectáculos, ya que no se escritura un contrato de trabajo y solo se pide una boleta de honorarios y deben firmar un documento que son de prestación o arrendamiento de servicio, en que se renuncia a derechos y niega el vínculo laboral. Esto sucede tanto en las recreaciones, como en los bolos de teleseries. Igualmente, en algunos casos, el pago se puede retrasar hasta 60 días, lo que también contraviene la norma laboral.
Respecto a los sueldos, la cosa es preocupante. El pago va mayoritariamente entre los 40 y 50 mil pesos por jornada. Y cada vez se busca minimizar el pago, ya que se graba todo en una sola jornada, cosa que antes no sucedía, y que tiende a superar las horas que corresponden de jornada laboral y no incluye pago de horas extraordinarias. Según SIDARTE tampoco existen antecedentes que permitan afirmar el cumplimiento de las regulaciones en materias de seguridad e higiene en el trabajo.
Ante esto, la presidenta del SIDARTE señala que el sindicato se ha puesto en contacto con los canales para exigir la pronta regularización la situación, pero la respuesta ha sido diversa. “Con TVN hemos tenido un acercamiento, Ricardo Solari, presidente del directorio, se ha mostrado más que dispuesto a estudiar rápidamente la situación. Mega también ha tenido una postura de acercamiento con nuestras demandas. Sin embargo, Chilevisión y Canal 13 se han negado a recibirnos y solucionar la situación de ilegalidad en que se encuentran”, dice.
“Nuestro amor por nuestra vocación y nuestro trabajo no pueda basarse en la precariedad de los trabajadores. Vamos a exigir el cumplimiento de la legislación para nuestro sector. Del mismo modo, hemos enviado a las estaciones de televisión un documento que señala claramente la obligación de escriturar contratos de trabajo y cumplir las normas laborales. Igualmente, proponemos una tarifa mínima sugerida de 70 mil pesos por jornada de grabación para los segmentos de recreción de misceláneo”, agrega Gutiérrez.
Paralelamente a estos acercamientos a los canales de TV, SIDARTE ha elaborado una agenda conjunta con el Ministerio de Trabajo dentro de la cual se establecen fiscalizaciones de la norma laboral. Por ello, ya ha iniciado conversaciones con la Dirección del Trabajo para solicitar una campaña de fiscalización a canales de televisión y productoras en el ámbito de estos microespacios dramáticos.
“Solicitamos una reunión con el director nacional del Trabajo, Christian Melis, para ver la manera de abordar más eficientemente este trabajo de fiscalización de la ley 19.889, dada la particularidad de estas producciones. En el caso de Chilevisión, propiedad de la corporación multinacional estadounidense Time Warner, estamos en contacto con la FIA, Federación Internacional de Actores, de la que somos parte, para que evalúen acciones a nivel internacional en contra de esta transgresión a los derechos de los actores en nuestro país”, señala la presidenta del sindicato de actores.
Santiago de Chile, 16 de mayo 2014
Crónica Digital