La elección del diputado Ernesto Silva como presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI) divide hoy al principal partido opositor chileno, que mantiene una intensa campaña contra las políticas del gobierno.
Silva, de 38 años, fue elegido la víspera por el Consejo General de esa organización, tras la decisión del senador Víctor Pérez de renunciar a su candidatura.
En medio de los cuestionamientos a su persona, el político llamó a la unidad interior.
“No hay dos UDI, no hay dos generaciones, no hay dos grupos o muchos grupos, no hay dos tendencias, no hay dos visiones u orígenes, lo esencial para todos es que en la UDI somos todos”, señaló al asumir el cargo.
Pese a sus declaraciones, varios pesos pesados del partido cuestionaron la elección, en especial porque la nueva dirección carece de dirigentes históricos.
“Es lamentable que no consideren a quienes formaron la UDI”, comentó el senador Alejandro García-Huidobro, quien afirmó que la lista “no tiene el apoyo de la mayoría de ellos (legisladores de esa formación)”.
Por su parte, el diputado y vicepresidente saliente, Felipe Salaberry, sostuvo que Silva armó una lista para ganar la elección, no para dirigir al partido.
A mí me hubiera gustado una directiva de consenso y, además, creo que era necesario por la reestructuración, gente con más experiencia, expresó la senadora Jacqueline van Rysselberghe
La UDI y su aliado de derecha Renovación Nacional, partidos que apoyaron la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) están en un proceso de cambios tras las derrotas electorales en las elecciones presidenciales y legislativas del pasado año.
Precisamente, la Unión Demócrata Independiente mantiene una campaña contra las políticas de la presidenta Michelle Bachelet, en especial por sus reformas tributarias y al sistema electoral binominal.
Santiago de Chile, 11 de mayo 2024
Crónica Digital / PL