A 24 horas del inicio del debate sobre una reforma al sistema electoral binominal, el gobierno y la oposición chilenas mantienen hoy su batalla en torno a una de las principales banderas de la presidenta Michelle Bachelet.
Con la presencia de los ministros del Interior Rodrigo Peñailillo y de la Secretaría General de la Presidencia Ximena Rincón, la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados comenzará este martes la revisión del proyecto.
Los partidos agrupados en la Nueva Mayoría, paraguas que apoya la gestión de Bachelet, cerraron filas con la mandataria contra el actual modelo, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Este sistema es una espina clavada en el centro de nuestra democracia. Que debe la vida a la dictadura y se perpetúa a través de la exclusión, manifestó la jefa de Estado el pasado mes al anunciar su propuesta.
Según el plan, el objetivo es crear un modelo electoral proporcional e inclusivo que elevaría la cantidad de diputados de 120 a 154, y de senadores de 38 a 50.
Para Bachelet, el nuevo sistema establece una relación proporcional entre los habitantes de los territorios y los parlamentarios a elegir en ellos, y por tanto “no es posible que los sitios menos poblados elijan la misma cantidad de legisladores que los más poblados”.
No puede ser que sigamos eligiendo a nuestro Congreso con un sistema perverso que todos saben que le ha hecho mucho daño a la democracia chilena, manifestó días atrás Peñailillo.
Aunque el partido opositor Renovación Nacional anunció su disposición de dialogar sobre el tema, su compañero de alianza, la Unión Demócrata Independiente (UDI) rechazó de plano los cambios.
Uno de los principales argumentos de los detractores de la medida es su costo económico por el aumento del número de legisladores, cuyos salarios son los más elevados de Latinoamérica.
Esta propuesta fomenta el centralismo, aumenta los gastos y está diseñada para solucionar problemas internos de la Nueva Mayoría, estimaron este fin de semana los diputados de la UDI Juan Antonio Coloma y María José Hoffman.
“Digamos las cosas como son, el problema de la UDI no es que haya más senadores o más diputados, el problema es que el sistema binominal a la UDI le garantizaba cierta representación, y al cambiar esa garantía se desvanecen”, afirmó el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade.
Para recibir la aprobación definitiva, la medida deberá obtener el apoyo de al menos 23 senadores y 72 diputados.
Santiago de Chile, 5 de mayo 2014
Crónica Digital / PL
Compañeros, no será: “la medida deberá obtener el apoyo de al menos 72 diputados y 23 senadores” ?