El Gobierno chileno desarrolla un ambicioso programa de cambios para responder las demandas ciudadanas, afirmó hoy el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, en referencia a polémicas propuestas oficiales como la sustitución del sistema electoral binominal.
“Nuestro objetivo es hacer de este un mejor país”, sostuvo en el programa televisivo Tolerancia Cero, de la cadena Chilevisión, y agregó que llegaron al poder no para hacer más de lo mismo, sino para hacerse cargo de las inquietudes populares que llevan años esperando.
Mientras los diversos sectores políticos polemizan en torno a las propuestas gubernamentales impulsadas cuando todavía no se cumplen dos meses del inicio del mandato presidencial de Michelle Bachelet, el titular señaló estar convencido de que es momento de realizar un cambio de fondo en el país.
Con respecto a la modificación del sistema electoral binomial heredado de la dictadura (1973-1990) y su sustitución por uno proporcional e inclusivo, recalcó es fruto de 24 años en los que ha habido distintos proyectos, en tanto se trata de un “asunto archiestudiado”.
“Esperemos que esta iniciativa no quede congelada por una derecha que cree estar aún en 1989”, declaró sobre el tema que levantó ronchas en ese sector político.
De acuerdo con especialistas y voceros gubernamentales, grupos derechistas cercanos a la dictadura de Augusta Pinochet se favorecieron durante décadas del sistema binominal, el cual facilita la elección siempre de las mismas personas y obstaculiza el avance de otras fuerzas.
En este sentido, el nuevo esquema adelantado por el Gobierno propone transformaciones como aumentar el número de parlamentarios en las dos cámaras y reorganizar los distritos electorales en busca de mayor proporcionalidad entre habitantes por territorio y legisladores electos.
Peñailillo indicó que de esta forma, la iniciativa dará un lugar en la política nacional a “fuerzas políticas, movimientos sociales y a los independientes”, así que se trata de “un trabajo en conjunto, pensando en lo mejor para el país”.
Sobre el asunto, el diputado de la opositora Unión Demócrata Independiente Ernesto Silva apuntó no estar de acuerdo con “el nivel de fraccionamiento, pluripartidismo y división que ya existió antes de los años 70, parecido al que propone hoy la presidenta Michelle Bachelet”.
Otras críticas se refieren a un eventual aumento del gasto fiscal dado el aumento de parlamentarios, lo cual fue desmentido por el
Gobierno al afirmar que se asumirá la modificación mediante una redistribución de los recursos actuales.
Para tener la aprobación definitiva, el cambio necesita la aprobación de al menos 23 senadores y 72 diputados.
Santiago de Chile, 28 de abril 2014
Crónica Digital /PL