La presidenta, Michelle Bachelet, firmó hoy una propuesta para cambiar el actual sistema electoral binominal heredado de la dictadura, el cual calificó de espina clavada en el centro de la democracia nacional.
“El sistema binominal es una espina clavada en el centro de nuestra democracia. Es un sistema que debe la vida a la dictadura (1973-1990) y que se perpetúa a través de la exclusión”, estimó la mandataria en una ceremonia realizada en el salón O’Higgins del Palacio de La Moneda.
La propuesta gubernamental sugiere sustituir el actual esquema de elección por uno proporcional e inclusivo que elevaría la cantidad de diputados de 120 a 154, y de senadores de 38 a 50.
Al respecto, la jefa de Estado que cumple su segundo mandato presidencial (el primero de 2006 a 2010) consideró que el aumento de representantes no es un triunfo para la burocracia, sino un triunfo para el futuro de Chile.
Agregó que el nuevo sistema establece una relación proporcional entre los habitantes de los territorios y los parlamentarios a elegir en ellos, en tanto “no es posible que los sitios menos poblados elijan la misma cantidad de legisladores que los más poblados”.
Esto mantiene criterios de igualdad territorial pero corrige la subrepresentación de las regiones más pobladas, precisó Bachelet al informar que los 60 distritos actuales se reorganizarán en 28 y en ellos se seleccionarán de tres a ocho diputados en dependencia de la cantidad de electores.
Otra modificación incluida en el texto se refiere a la equidad de género en las dos cámaras parlamentarias, pues incluye una ley de cuotas según la cual ningún partido puede presentar más del 60 por ciento de candidatos de un mismo sexo.
De acuerdo con la presidenta, ello garantiza al menos un 40 por ciento de representación femenina en las listas electorales.
Para recibir la aprobación definitiva, la propuesta gubernamental deberá obtener el apoyo de al menos 23 senadores y 72 diputados.
En referencia al nuevo sistema, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, estimó hoy que se trata de un proyecto transformador que le dará espacio y cabida a todas las ideas.
“No puede ser que sigamos eligiendo a nuestro Parlamento con un sistema perverso que todos saben que le ha hecho mucho daño a la democracia chilena”, manifestó.
Las reiteradas críticas al esquema binominal indican que es un sistema impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet para garantizar la permanencia y supremacía parlamentaria de sus fuerzas, así como obstaculizar el avance de grupos políticos minoritarios o emergentes.
Santiago de Chile, 23 de abril 2014
Crònica Digital / PL