Así lo señaló el también Vicepresidente del Cruch, en el contexto de la clase magistral que ofreció ayer, al inaugurar el año académico de la Universidad Alberto Hurtado, oportunidad en que abordó los desafíos pendientes en materia educación superior.
Entre los diversos tópicos, puso especial énfasis en el fortalecimiento de la Educación Pública y el trato preferente que se ha prometido para las universidades estatales.
“Calidad, equidad, fin del lucro efectivo”. Esa es la triada hacia la que deben apuntar las universidades privadas en Chile, según sostuvo el vicepresidente ejecutivo del Cruch, Juan Manuel Zolezzi, en la inauguración del año académico de la Universidad Alberto Hurtado, donde fue invitado para que dictara la clase magistral.
En la oportunidad, el también rector de la U. de Santiago de Chile, abordó algunos de los desafíos que debe enfrentar el país en el marco del fortalecimiento de la educación pública, precisando que de los 171 planteles que componen el sistema nacional de educación superior, “hay algunos, dentro de cada segmento, que no tienen la misma calidad, ni el mismo desempeño. Y esto ocurre también en el Cruch, que reúne a las privadas tradicionales, que son 9, y las estatales, que son 16. Es parte de la diversidad que tenemos en una institución que va a cumplir 60 años”, precisó la autoridad.
Igualmente, remarcó que existen universidades privadas “que se han ido por otra vía, la vía del lucro, porque se constituyeron pensando que no había rectores, sino que gerentes, y que había que seguir adelante en otro objetivo que no es precisamente la educación, sino el obtener recursos”.
Un punto de inflexión se dio cuando hizo alusión a la disputa mediática que sostuvo recientemente con su anfitrión, el rector Fernando Montes. “Tenemos una diferencia, de si dentro del Cruch hay fines de lucro o no. Yo no me he quemado las manos todavía”, dijo, desatando las risas en el auditorio. “Ahora, si hay que investigar algo, investiguemos”, subrayó, poniendo paños fríos a la controversia tras las declaraciones del padre Montes, en cuanto a que “hay actividades de lucro disfrazado en muchas universidades, incluidas las del Cruch”, a lo que Zolezzi, rápidamente contestó: “Yo pongo mis manos al fuego porque las universidades del Cruch no lucran”.
Trato preferente
El fortalecimiento de la Educación Pública, fue otro de los puntos abordados por Zolezzi, quien apuntó a las razones de fondo del trato preferente que se ha prometido para las universidades estatales. En primer lugar, “porque hoy la oferta estatal representa sólo un 16% de la matrícula en educación superior y no más de un 29% de la matrícula universitaria, cifras bastante bajas para cualquier país del mundo”; en segundo término, planteó que existe una “iniquidad de origen: Lareforma al sistema universitario del año 1981 generó una situación de iniquidad que hoy se traduce en que, por concepto de AFD, las universidades del Estado reciben cerca de 2 mil millones de pesos menos que los planteles tradicionales privados”.
Zolezzi destacó también, que ser una universidad estatal implica una serie de exigencias que no afectan a universidades privadas, ni siquiera a las del G9, las cuales coinciden con las estatales en recibir el Aporte Fiscal Directo. Por ejemplo, las estatales están sometidas a un doble control de sus actos administrativos, tanto de la Contraloría General de la República, como de las respectivas contralorías internas de los planteles; enfrentan trabas para la contratación de extranjeros en la administración pública; limitaciones en la gestión de recursos humanos. Pese a ello, el vicepresidente ejecutivo del Cruch, dijo no estar en desacuerdo con los controles, porque éstos garantizan la transparencia.
Coincidencia del Rector Montes
Tras finalizar la ceremonia, el rector de la U. Alberto Hurtado, afirmó que es atendible que “el Estado tenga un especial cuidado con sus universidades, que vele por su calidad, para lo cual tiene que romperse la actual estructura de financiamiento basal histórico. Lo que hay que hacer es revisar cuál es la necesidad real y los costos reales de una universidad en el lugar donde se desarrolla”.
El mismo criterio cabe, precisó, para otros puntos en debate. “Si se pone un arancel único de referencia, yo digo: revise cuánto nos cuesta; y segundo, si recibimos aporte de otro lado. La U. Católica del Maule, que es del mismo tamaño que nosotros, recibe varios millones de dólares, entonces puede tener un arancel un poquito más bajo que nosotros, pero si yo no recibo esa plata, no puedo. Por eso cosas buenas de conversarlas”, puntualizó.
Por Soledad Villagrán
Santiago de Chile, 17 de abril 2014
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