El presidente de Bolivia, Evo Morales, entregó hoy a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la memoria histórica como parte de la demanda presentada por ese país contra Chile en busca de una salida soberana al mar.
Acompañado por su canciller, David Choquehuenaca; y el agente Eduardo Rodríguez, el mandatario presentó los principales alegatos históricos y jurídicos que fundamentan el reclamo boliviano, interpuesto hace un año ante el tribunal europeo.
Durante una conferencia de prensa realizada en esta ciudad, Morales abogó por la resolución de este diferendo -hijo de un conflicto bélico decimonónico que dejó a Bolivia sin acceso al océano- a través de vías pacífica.
El gobernante dio fe de su confianza en el proceder de la CIJ y dejó sentada su convicción de que los temas pendientes con Chile deben resolverse en tribunales internacionales.
Afirmó que el mar que reclama su país será para el pueblo y no para los pequeños grupos: “Un mar para la patria grande”, agregó.
La víspera, Morales recordó que Bolivia sufrió en el pasado una invasión de intereses externos y grupos oligárquicos de la hermana vecina República de Chile y afirmó que ahora se busca una solución de carácter bilateral con la participación de la comunidad internacional.
La Paz acudió a La Haya en abril de 2013, luego de un dilatado e infructuoso diálogo.
Bolivia perdió 120 mil kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costas durante la Guerra del Pacífico (1879-1883).
En 2006, Morales y la presidenta chilena, Michelle Bachelet -entonces en su primer mandato-, establecieron una inédita agenda de diálogo de 13 puntos, pero las pláticas se diluyeron durante el mandato de Sebastián Piñera.
En abril de 2013, el gobierno boliviano sentó a Chile en los tribunales de la CIJ de La Haya para obligarlo a negociar una salida soberana al océano Pacífico, después de un dilatado e infructuoso diálogo.
Bolivia perdió 120 mil kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costas al océano tras la invasión chilena el 14 de febrero de 1879, conocida como la Guerra del Pacífico.
Un cuarto de siglo después ambos países firmaron el Tratado de Paz y Amistad, que garantizaba a Bolivia una salida soberana al mar, lo cual nunca se cumplió, según la administración del presidente Morales, que insiste en renegociar el referido pacto.
En 2006, Morales y la presidenta chilena, Michelle Bachelet, establecieron una inédita agenda de diálogo de 13 puntos que incluyó el reclamo marítimo, pero se diluyó con la llegada al poder de Sebastián Piñera.
La Haya, Holanda, 15 de abril 2014
Crónica Digital / PL