Un día, a comienzos de junio de 1976, dos “gringos” se bajaron de un taxi frente a un recinto amurallado ubicado en la zona rural de la entonces comuna de Ñuñoa, en Santiago. A pesar que los lugareños no respondían a sus preguntas, mostrando evidentes signos de temor, se acercaron al portón de hierro del lugar llamado Villa Grimaldi, golpearon y trataron de ingresar aprovechando la entrada de unos vehículos. No pudieron avanzar mucho porque rápidamente los enfrentaron guardias armados y obligaron a retirarse al entonces congresista Tom Harkin y a su asistente Joseph Eldridge. Ambos integraban una delegación del Congreso norteamericano que buscaba constatar la situación de derechos humanos en Chile.
El audaz acto de Harkin y Eldrige, fue relatado por el famoso periodista estadounidense Jack Anderson, quien publicó una crónica titulada “Una visita a Villa Grimaldi” describiendo la inspección de los norteamericanos al campo de concentración de Tres Álamos y sus persistentes preguntas, sin respuesta clara, sobre el siniestro recinto de Av. José Arrieta 8401.
Precisamente las respuestas evasivas motivaron a Harkin a constatar la existencia del cuartel clandestino en compañía de su asistente. Lo poco que logró observar fue un aliciente más para continuar apoyando la lucha por los derechos humanos en Chile, impulsando una enmienda legal que impedía prestar asistencia norteamericana a países donde se registraran violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
De izquierda a derecha: el representante George Miller, senador Tom Harking y Joseph Eldridge
Casi 38 años después, Harkin, ahora senador por Iowa, el representante George Miller, también integrante de aquella delegación y el profesor Eldrige visitaron nuevamente Villa Grimaldi para conocer sus instalaciones, su historia y las iniciativas de educación y promoción de los derechos humanos que emprende. La visita, realizada en compañía de una nutrida delegación, encabezada por el embajador de los EEUU en Chile, Sr Michael A. Hammer, fue guiada por Alvaro Ahumada y Teresa Izquierdo -presidente y secretaria de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, sobrevivientes ambos del recinto-, y por el docente Cristián Gutiérrez, miembro del Área de Educación de la institución.
En medio de la visita y con evidente emoción, Harkin y Eldrige relataron al resto de los visitantes la aventura que protagonizaron en las afueras del ex “cuartel Terranova” aquel otoño de 1976. Ahora estaban adentro, visitando un parque memorial que promueve iniciativas de educación que les resultaron sorprendente. Así lo expresó el senador por Iowa al ser abordado por la prensa, felicitando que se usara el recinto como memorial y se impartiera educación en derechos humanos a las nuevas generaciones: “El coraje para hacer eso en vez de borrarlo, como lo hemos visto en otras naciones, es asombroso y tener grupo de escolares y personas que van a visitarlo es asombroso. Es una declaración de valor de una nación el revisar su historia”.
Al finalizar la visita, Alvaro Ahumada expresó su agredecimiento al senador Harkin, al representante George Miller y al profesor Joseph Eldridge , por el apoyo que brindaron a la lucha por los derechos humanos en Chile, y por la valiente acción que protagonizaron en aquellos obscuros días de 1976.
Tomado de: www.villagrimaldi.cl
Santiago de Chile, 22 de marzo 2014
Crónica Digital