El Ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio Reyes, insistió en que el Gobierno que hoy inicia sus funciones para el período 2014-2018 no será un Gobierno de administración, sino un Gobierno de transformaciones, que se propone emprender cambios estructurales y de fondo en la sociedad chilena, en correspondencia con los contenidos del Programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet Jeria, los cuales implican serios compromisos con la ciudadanía.
El nuevo Secretario de Estado precisó que la labor de esta cartera será colaborar desde su especificidad técnica con ese programa de transformaciones fundamentales en el país.
“Esperamos que los trabajadores del Ministerio se desempeñen como servidores públicos, como servidores de un proyecto, comprometidos con un horizonte que no fue una consigna de campaña, es un compromiso”, consideró.
El Ministro recordó que los cambios más visibles que establece el Programa de Gobierno tienden a cambiar el sistema nacional de Educación, con modificaciones orientadas a lograr una educación pública, gratuita y de calidad de manera universal; a realizar una Reforma Tributaria que permita corregir las asimetrías existentes en la distribución del ingreso, y lograr una Constitución escrita en democracia.
“Pero estos desafíos no son ajenos al Ministerio de Bienes Nacionales, también estamos convocados a hacer viables esa serie de cambios”, enfatizó.
Entre las tareas prioritarias de la institución, el Ministro destacó la realización de un estudio de las tierras fiscales que actualmente ocupan los pueblos originarios, con el objetivo de ir dando soluciones al problema ancestral de las comunidades indígenas.
Además, la realización de un estudio sobre los bienes, inmuebles y territorios que se pueden poner a disposición de otros servicios públicos a fin de resolver necesidades en diferentes ámbitos. Ejemplo de ello son las Casas de Acogida que, en correspondencia con el Programa, debe construir el Servicio Nacional de la Mujer en todo el país.
“La clave fundamental del éxito es que todos tengamos una actitud solidaria y cooperativa con estos desafíos. En el caso del Ministerio de Bienes Nacionales, si bien el grueso de este trabajo recaerá en la División de Catastro, es una tarea de todos. Como equipo, debemos trabajar con criterios de solidaridad, colaboración y apoyo recíproco”, indicó el Ministro.
También señaló que otra tarea importante que tiene la cartera de Bienes Nacionales por delante está relacionada con la necesidad de otorgarle al Ministerio nuevas competencias, recursos e instrumentos legales.
“Debe dotarse de facultades más amplias, asociadas a una concepción del ordenamiento territorial que vas más allá del control de la propiedad fiscal. Será necesario abrir un debate con la academia, la sociedad civil, los movimientos sociales, con el Parlamento y otros espacios, dirigido a la creación de un Ministerio dotado de facultades que tengan que ver más con la concepción de un desarrollo sustentable del territorio”, agregó.
Por otra parte, aseguró que una acción fundamental de su gestión será atacar la privatización, en contraste con lo que se hizo en los últimos cuatro años de Gobierno.
“Ello no significa que no vayamos a hacer licitaciones. Las licitaciones son una herramienta del Ministerio, y como tal las utilizaremos, pero lo cierto es que el anterior Gobierno transformó las licitaciones en el sentido del Ministerio. Hay miles de hectáreas de propiedad fiscal que han sido traspasadas a grandes empresas. Nosotros nos entendemos con ciudadanos, no con clientes. Nosotros no tenemos un negocio, cumplimos una misión de cautelar y preservar el bien público, patrimonial”, sentenció.
Además llamó la atención sobre dos ámbitos de gestión del Ministerio que fueron prácticamente desarticulados durante el período anterior, uno de ellos vinculado a la política de Derechos Humanos.
“En el pasado el Ministerio hizo grandes aportes a la política de reconstrucción de la memoria histórica, y eso hay que recuperarlo, como una política transversal del Ministerio”, remarcó.
El otro desafío está dirigido a restablecer una unidad y una política con respecto al problema indígena, ya que dicho frente fue desarticulado pese a ser una necesidad de Estado.
“Estamos ante un programa de enorme envergadura y solo tenemos cuatro años para ponerlo en práctica. Tenemos que trabajar desde la hora cero. No hay tiempo que perder”, concluyó el Ministro.
Santiago de Chile, 12 de marzo 2014
Crónica Digital