El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que la solución para Venezuela, escenario de violentas protestas opositoras desde hace varias semanas, es respetar el estado de derecho y al gobierno legítimamente elegido en las urnas.
Conocemos a (presidente) Nicolás Maduro, y sabemos que es incapaz de ser represivo, y conocemos a cierta derecha fascista de Venezuela, apuntó el mandatario durante una entrevista con una televisora local.
Correa agregó que el gobierno venezolano debe aplicar la ley, porque no se puede permitir, dijo que porque alguien esté en contra de Maduro, llame a la sublevación, cierre las vías y queme carros.
Claro, entonces dirán q es criminalización de la protesta social, pero muchas veces hay protesta social criminal, sentenció el jefe de Estado ecuatoriano, quien afirmó que en el caso de Venezuela es obvio que existe una estrategia preestablecida, financiada con millones de dólares, incluso desde el exterior.
También denunció el boicot permanente decretado por la clase empresarial venezolana al gobierno venezolano por haberle quitado los privilegios que disfrutó a costa de los beneficios del petróleo.
Correa también expresó su apoyo a la decisión de Maduro de romper relaciones con Panamá, luego de que el país istmeño solicitó una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para analizar la situación en la nación suramericana.
Imagínense la insolencia de un país que sin consultarle al país involucrado dice que hay que llevar el caso a la OEA, dijo el mandatario.
Al respecto, contrapuso la posición panameña con la asumida por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la cual, reveló, propuso a Maduro hacer una reunión de los presidentes del bloque durante la toma de posesión de la mandataria chilena Michelle Bachelet el próximo martes en Santiago de Chile.
Finalmente habrá una reunión de presidentes y de cancilleres de la Unasur, pero para tener esa iniciativa, primero le consultamos al gobierno venezolano por elemental cortesía, confirmó Correa, quien consideró que no hacerlo hubiese sido una grosería, porque Venezuela, recalcó, es un país soberano.
Quito, 7 de marzo 2014
PL