Caracas, 13 feb (PL) El escenario político venezolano, ausente en el 2014 de procesos electorales, muestra hoy las intenciones golpistas de sectores de la extrema derecha, interesados en promover la desestabilización y el desconocimiento de la institucionalidad.
En el marco de la conmemoración del Día de la Juventud, el presidente de la República, Nicolás Maduro, advirtió que el país enfrenta un intento de golpe de estado contra la democracia y el gobierno electo en las urnas por la mayoría de los venezolanos.
Protestas estudiantiles en Caracas, convocadas bajo el argumento de lograr la liberación de jovenes detenidos en el estado Táchira por agresión a la casa del gobernador, finalizaron en violencia por la actuación de grupos de la derecha.
Según el balance del Ministerio Público, hasta el momento se contabilizan tres fallecidos y 66 heridos, de estos últimos 17 pertenecientes a miembros de la fuerza pública, además de 54 vehículos destruidos.
Las primeras investigaciones mostraron que los involucrados en las acciones estaban lejos de ser simples estudiantes, pues contaban con todo lo necesario para generar violencia, desde chalecos antibalas hasta mascaras antigases.
Asimismo, el titular de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez, reportó la detención de 69 personas vinculadas con los actos violentos.
Los acontecimientos se acercan a lo ocurrido en 2002, cuando un golpe de estado sacó por breve tiempo a Hugo Chávez del poder y sólo la actuación conjunta del pueblo y las fuerzas armadas restableció la normalidad.
Incluso, en esta ocasión instituciones como ministerios, el canal estatal Venezolana de Televisión y la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) fueron blanco de los ataques.
La actuación de la derecha fue incentivada por reconocidos personajes que adversan al gobierno, entre ellos Leopoldo López, dirigente de la agrupación Voluntad Popular con un extenso prontuario golpista y de desestabilización desde la llegada al poder de Chávez en 1999.
También, la diputada opositora María Corina Machado y el Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma, “defensores” de lo que ellos denominan acciones de calle a favor de la democracia en Venezuela.
Los más recientes hechos reflejan además su vinculación con la guerra económica que enfrenta el gobierno desde hace poco mas de un año, ante la cual las autoridades se vieron obligadas a endurecer posiciones frente al acaparamiento y la especulación.
Los sectores más radicales de la oposición venezolana, afectados por cuatro derrotas electorales sucesivas desde octubre del 2012 a la fecha, ahora apuntan a una salida distinta a la constitucional para lograr el poder, sin tomar en cuenta el respaldo que ostenta el actual gobierno.
Prensa Latina
Crónica Digital, 13 de febrero 2014