Habla Moscú, Escucha Chile –más conocido como Escucha Chile– fue un programa de la Radio Moscú, transmitido desde la URSS, durante la Dictadura, entre 1973 y 1988.
La misma noche del golpe de Estado, el 11 de septiembre de 1973, Radio Moscú, entrevistó a Volodia Teitelboim, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Chile (PC), que en esa fecha se encontraba en Europa, hecho que daría comienzo al Programa, transmitido diariamente, con la participación de dirigentes, periodistas e intelectuales del PC en el exilio y numerosos colaboradores, entre los que destacan Eduardo Labarca, Guillermo Ravest, Hernán Rodríguez Molina, José Secall, Ligia Balladares, Marcel Garcés, Miguel Garay, Orlando Millas, René Largo Farías, Rolando Carrasco, Virginia Vidal, además de la locutora Katia Olevskaia y el poeta Guennadi Spersky, ambos soviéticos
Escucha Chile –que contaba con fundamental colaboración desde la clandestinidad en el País y de trabajadores de comunicaciones exiliados en Europa que no eran comunistas– fue emitido hasta el 31 de enero de 1989, poco antes de la asunción de Patricio Aylwin como primer presidente de la posdictadura.
Las emisiones desde Moscú se sintonizaban en los rincones más apartados de Chile y, también, eran escuchadas por presos políticos. El periodista Rolando Carrasco recuerda, en su libro Prigué: prisionero de guerra en Chile, cómo en el Campo de Concentración de Chacabuco oían Radio Moscú, mediante un receptor portátil, oculto debajo de una manta у en las tarimas más altas:
“Tres personas girábamos el dial buscando el mundo. Y lo captamos entre ruidos de estática у conmoción de nervios:¡Escucha Chile! La conocida voz de la locutora Katia. Moscú nos habla a nosotros. Nos describe el universo desconocido hasta entonces de la solidaridad, estallando por Chile у su causa. Por nosotros… Nosotros somos hombres у mujeres arrestados porque defendíamos el honor, la justicia у la grandeza de nuestra patria. Muchas gracias, Katia, un día te besaré en Moscú о en Santiago liberado. Hay un después. Por las caras de mis compañeros corren lágrimas. No puedo decir nada. Yo también lloro”.
Uno de los espacios más penetrantes era el de Eduardo Labarca, Lista Negra. En él se mencionaban nombres de los verdugos de la Dictadura y se informaba de las represiones, torturas y asesinatos. En carta de un ex preso político, que llegó a Moscú desde Chile, a través de terceros países, se leía: “La Lista Negra tiene muchos oyentes, incluso entre los militares: unos quieren saber más sobre sus colegas, y los otros escuchan temerosos para ver si los nombran. En el campo de concentración fui testigo de cómo, gracias a este programa, mejoró el trato de los militares con los presos políticos”.
Se conocen casos en que apenas una información de Radio Moscú, sobre el arresto de más un enemigo de la Dictadura le salvaba la vida, u obligaba que fuera puesto en libertad, pues la mayoría de los secuestros eran encubiertos, realizados especialmente durante las noches. De ellos, nada de informaba. Las personas, simplemente, desaparecían. Pero, datos transmitidos por los familiares o amigos de los detenidos, a través de diferentes canales, llegaban a organizaciones humanitarias y, también, eran transmitidos por Radio Moscú, lo cual constreñía a la Junta Militar a justificarse, respondiendo solicitudes de organizaciones internacionales.
El programa ¡Escucha Chile! constituía permanente y pesada molestia para los gobernantes de la Dictadura. Cuando la comunidad internacional condenó las violaciones de los derechos humanos en Chile, la Junta Militar divulgó –en las Naciones Unidas– un extenso informe, intentando justificarse, en el cual, también, acusaba a Radio Moscú “de injerencia en los asuntos internos”. El almirante Patricio Carvajal, ministro de Relaciones Exteriores de la Dictadura, se quejaba: “Radio Moscú nos causa más daño del que puede hacernos el mundo entero”. En octubre de 1974, Pinochet declaró en una reunión del tiránico gobierno: “Se ha establecido que nuestra información confidencial es transmitida por Radio Moscú. Los señores ministros deben tomar medidas para poner fin a la fuga de informaciones”.
Radio Moscú era una de varias radios resistentes a la dictadura cívico-militar, con programas escuchados no apenas en Chile: Radio Berlín Internacional, Radio Praga y Radio Habana Cuba.
Tras el fin formal de la Dictadura, en Chile se publicó Noches de Radio: Escucha Chile, obra en dos tomos de Volodia Teitelboim: es la historia completa del legendario Programa. Antes, en la URSS, fue editado Aquí Radio Moscú: ¡Escucha, Chile!, de María Victoria Corvalán (Agencia de Prensa Nóvosti – 1989). En 2009, se estrenó el documental Escucha Chile (http://www.youtube.com/watch?v=z9E-XAy3Y2g), que aborda la historia de un grupo de auditores del Programa.
Las grabaciones de ¡Escucha Chile! y otros materiales sobre su historia, testimonios del aporte de Radio Moscú a la lucha contra la Dictadura y por el restablecimiento de la democracia, se encuentran en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
En el contexto de los 40 años del golpe de Estado y de la Resistencia Antifascista, el próximo viernes, 28 de noviembre, a las 18:30 horas, en la sede del Colegio de Periodistas de Chile [Amunátegui 31, 8° piso – Metro Estación La Moneda], serán homenajeados las(os) trabajadoras(os) en la URSS y en Chile –clandestinamente– realizaron el programa Escucha Chile: ¡Aquí, Radio Moscú!
Convocan:
● Colegio de Periodistas de Chile
● Corporación Memoria y Lucha Popular
● Universidad de Arte y Ciencias Sociales – ARCIS
● Radio Nuevo Mundo
● Semanario El Siglo
● Comité de Amigos de Radio Moscú
Santiago de Chile, 27 de noviembre 2013
Crónica Digital