Con 8,5 millones de habitantes, el 70 por ciento de ellos en la pobreza, los hondureños elegirán este domingo al segundo presidente desde que hace casi un lustro los militares depusieron al mandatario José Manuel Zelaya (2006-2009).
Pero con una economía basada en la agricultura y muy dependiente de las remesas familiares, sobre todo procedentes de Estados Unidos, el próximo Jefe de Estado -entre ocho aspirantes- deberá sortear numerosos obstáculos si pretende que el país abandone la lista de los más empobrecidos de la región, que incluye también a Haití, Nicaragua y Bolivia.
Tal situación es en parte responsable de una de las más altas tasas de violencia en el mundo, con 86 homicidios por cada 100 mil habitantes, resultado de la veintena de muertos que dejan diariamente asaltos, ajustes de cuentas y atentados, a los que no escapan ciudadanos de a pie.
El aspirante que logre el sillón presidencial el 27 de enero de 2014 verá reducidas las arcas, pues la economía apenas crecerá 2,8 por ciento, solo más alta que el cierre pronosticado para este calendario (2,6), de acuerdo con estimaciones del Banco Central de Honduras (BCH).
En opinión de María Elena Mondragón, presidenta del BCH, el menor crecimiento económico se explica por la caída de los ingresos en las exportaciones de café y los efectos de la plaga de la roya, lo que significó una reducción de unos 700 millones de dólares.
Aunque cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúan en cuatro mil 400 dólares el Producto Interno Bruto per cápita anualmente, para la Iglesia Católica y diversos sectores sociales la relativa bonanza no ha llegado a todas partes.
El origen étnico tiene su influencia en el poder adquisitivo de los catrachos, pues entre los que están por debajo de la línea de pobreza se encuentran los pueblos indígenas (lencas, misquitos, tolupanes, chortis, pech, tawahkas) y los garífunas.
La nación centroamericana, con 112 mil 492 kilómetros cuadrados de extensión, tiene una tasa de analfabetismo de 15,2 por ciento entre mayores de 15 años de edad, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Pese a reportes de discriminación contra la mujer, algunas cifras del INE sitúan a ese sector poblacional con el 53,6 por ciento de los que tienen acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Además de la necesidad de adquirir combustibles en el mercado externo, Tegucigalpa tiene una elevada dependencia a las exportaciones e importaciones desde Estados Unidos, por mucho su principal socio comercial.
Según analistas locales, el mandatario electo el próximo domingo deberá además intentar fortalecer la institucionalidad en una nación con estructuras estatales muy fracturadas y con una elevada participación de las Fuerzas Armadas en la vida civil.
Tegucigalpa, 21 noviembre 2013
PL