El cometa Ison ya es visible desde la Tierra, pero su observación solo es posible por ahora en lugares oscuros, poco antes del amanecer, y con la ayuda de prismáticos o telescopios.
Sin embargo, los expertos esperan con ansiedad su paso cercano al Sol, el próximo 28 de noviembre, cuando estará a unos mil millones de kilómetros del astro rey, en cuyo momento puede fragmentarse o simplemente desintegrarse por el calor.
Pero si logra superar el proceso, algo que la mayoría considera posible, se aproximará a la Tierra el 26 de diciembre, a una distancia de 64 millones de kilómetros, y su magnífico brillo podrá ser visto desde todo el planeta en un acontecimiento que especialistas califican sin igual.
Según explican científicos, de la bola de hielo y rocas -procedente de la Nube de Oort-, un conjunto de rocas congeladas situado a miles de millones de kilómetros del Sol, brotará una magnífica cola que la convertiría en uno de los cometas más increíbles jamás vistos.
Esperan además, que sea tan brillante como Marte, y hay quienes afirman superaría a la Luna, así que debemos estar alertas, pues dado que su órbita es hiperbólica y abierta, será la primera y la última vez que podamos observarlo.
Aún nadie sabe que pasará, solo queda esperar. De momento, el núcleo del cometa sigue intacto, y mantiene gran actividad.
Washington, 20 noviembre 2013
PL