Peregrinaciones hasta el monumento de Salvador Allende frente al Palacio de La Moneda y actos en memoria a estudiantes asesinados durante la dictadura dan continuidad hoy en Chile a las conmemoraciones por los 40 años del golpe de Estado.
Como es habitual desde hace algunos años, representantes de organizaciones de derechos humanos, políticas, sindicales y sociales, entre otras, depositan ofrendas florales ante la estatua del Presidente, enclavada en una esquina de la Plaza de la Constitución desde junio de 2000.
Integrantes de las agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos, de Ejecutados Políticos, la Central Unitaria de Trabajadores, el Colegio de Profesores y los partidos Socialista, Comunista e Izquierda Ciudadana son algunas de los colectivos que llegan hasta la estatua de Allende para rendirle tributo los 11 de septiembre, en recordación al día de 1973 en que murió mientras La Moneda era bombardeada.
Muy cerca del monumento, también es escenario de homenajes la puerta del palacio de Gobierno conocida como Morandé 80, por la que fue extraído cadáver de Allende, y que Pinochet la tapió.
No fue hasta el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006) que dicho acceso al edificio ejecutivo sería reabierto.
La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) hizo el martes un llamado a ocupar las escuelas como un acto en memoria de los alumnos asesinados durante la dictadura Pinochet (1973-1990).
Una de las voceras de la ACES, Eloísa González, explicó a medios de prensa que con la toma de centros educativos buscan levantar los proyectos educacionales “aplastados” por la asonada golpista.
De acuerdo con el informe Retting, de la Comisión Verdad y Reconciliación emitido en 1991, al menos 307 jóvenes menores de 20 años murieron en acciones ejercidas por agentes del Estado (no todos eran estudiantes).
Otras investigaciones indican que en los colegios existió un seguimiento coordinado desde el Ministerio de Educación, que espió también a alumnos.
En los últimos años, los estudiantes protagonizaron numerosas manifestaciones contra el modelo educacional en Chile que tiene bases en la Constitución del régimen militar de Pinochet.
Por estos días, varios han sido también los llamados a que salga a flote la verdad sobre el rosario de crímenes cometidos por los agentes de Pinochet en los 17 años de dictadura, ya que decenas y decenas de cuerpos sin vida nunca fueron hallados.
El informe Retting solo contabilizó ejecuciones y desapariciones. En total, reconoció dos mil 279 muertes en manos de las fuerzas castrenses durante la época Pinochet.
En tanto, la Comisión Valech, denominada así en honor al exobispo de Santiago, Sergio Valech, presentó su reporte en 2004 en el cual se enumeró más de 30 mil víctimas, de ellas más de 28 mil por detenciones ilegales, tortura, ejecuciones y desapariciones. Las muertes sumaron más de tres mil.
Empero, el segundo informe de esa comisión reconoce en general más de 40 mil víctimas, a pesar de que unas 22 mil denuncias de organizaciones de derechos humanos fueron rechazadas por el equipo investigador.
El domingo último más de 30 mil personas marcharon hasta el Cementerio General para rendir tributo a Allende, y el lunes el pacto opositor Nueva Mayoría, encabezado por la expresidente Michelle Bachelet, y el gobierno de Sebastián Piñera, realizaron actos conmemorativos de los sucesos.
Para la noche de este 11 de septiembre es de esperar que en barrios capitalinos se coloquen barricadas y tengan lugar otras acciones de protesta, que tradicionalmente devienen en enfrentamientos con las fuerzas especiales de la policía de Carabineros.
Las autoridades mantienen en vigor un plan para hacer frente a los posibles incidentes.
Santiago de Chile, 11 de septiembre 2013
Crónica Digital / Prensa Latina