Las malas noticias sobre los resultados de la encuesta CEP, entregados la semana pasada, no fueron sólo para el gobierno y la candidata oficialista, Evelyn Matthei, que obtuvo sólo el 12 por ciento de las menciones, versus el 44 de la candidata Bachelet, sino también para los candidatos que no pertenecen a los conglomerados mayoritarios.
Bernardo Navarrete, analista político de la Universidad de Santiago de Chile, explica que las estimaciones para los candidatos que alcanzaron el 4 por ciento, Franco Parisi y Marco Enríquez-Ominami, “podrían estar en el error muestral”, que en esta ocasión presenta un margen equivalente al 3%, por lo que su injerencia podría ser mínima.
“También fue una mala noticia para Enríquez-Ominami, ya que bajó más del 50 por ciento”, indica Navarrete aludiendo a que el político no pudo capitalizar y retener la votación que obtuvo en la anterior elección. “En 2009 era un debutante en el escenario presidencial, pero ahora hay trabajo que hacer con esa candidatura”, agrega.
Quizá el único que podría esbozar una sonrisa, según el analista de la U. de Santiago, es Franco Parisi, ya que pese a que su representación sigue siendo mínima, “tuvo la extraña habilidad de prever el futuro y logró posicionar temas en la agenda de atención pública, como el de las AFP”. Para Marcel Claude, señala Navarrete, “ya es tarde”, porque si bien representa temas que el público reconoce como importantes, el debate ambiental se había instalado antes desu candidatura.
¿Segunda vuelta?
Sobre la posibilidad de que Bachelet gane en primera vuelta, Bernardo Navarrete opina que aunque no cuenta con el 51% necesario, el margen de error de la muestra también podría significar que está bastante más cerca. Lo que no cambiará, a juicio del analista, es el resultado de la elección, porque la diferencia es significativa con la candidata Matthei y “a dos meses y medio de la elección, y aunque quizá haya una versión de la encuesta más cercana en octubre, el electorado chileno no es de cambios radicales”.
En relación a la respuesta de los ciudadanos a concurrir a las urnas luego que el voto se convirtiera en voluntario, el analista de la Universidad de Santiagocree que no habrá diferencias con la proyección entregada por el CEP. “El ejercicio se estimó sobre las personas que irían a votar”, dijo y agregó que el segmento juvenil si bien se ha dejado mostrar en manifestaciones, no se proyecta como determinante, “los jóvenes no concurrirán masivamente, ni marcarán la diferencia”, debido a que no se sienten representados por los candidatos. “Hay un desencanto, una desafección y baja credibilidad en la política”.
Por Sandra Gómez
Santiago de Chile, 3 de septiembre 2013
Crónica Digital