Henry Kissinger, ex secretario de Estado durante los mandatos presidenciales de Richard Nixon y Gerald Ford, afirmó que los medios de prensa estadounidenses mienten sobre la actual situación en Siria.
Kissinger, quien desempeñó un papel preponderante en la política exterior de Estados Unidos entre 1969 y 1977, aseguró que los medios no describen lo que está pasando en el país árabe.
Al hablar en la Escuela Gerald R. Ford de Política Pública de la Universidad de Michigan, dijo que se trata de un conflicto entre grupos sectarios; sin embargo, esta apreciación también es insuficiente porque no reconoce que son las naciones de Occidente y su propio país los que han alentado y apoyado a las agrupaciones irregulares que pretenden derrocar el gobierno del presidente Bashar al Assad.
Pese a su crítica, Kissinger expresó en otra parte de su discurso que el resultado que le gustaría ver en Siria es el de un país desintegrado y balcanizado con “más o menos regiones autónomas”.
Esto, en esencia, es la regla de dividir y conquistar, señaló este jueves un artículo del medio canadiense Global Research.
Hace dos semanas, el presidente Barack Obama autorizó armar a los terroristas -según los califican las autoridades de Damasco-,con lo cual Washington entra más de lleno en el conflicto, pues hasta ahora se decía que brindaba solo el denominado apoyo no letal.
La Casa Blanca, que repite como lo hizo en Irak el viejo guión del uso de armas de destrucción masiva para alentar una intervención militar, alega que Siria empleó armas químicas, aunque no aparecen las evidencias al respecto.
En Siria, el gobierno estadounidense está tratando de propiciar una división más como lo ha hecho en otros puntos de la geografía mundial, opinan algunos analistas, quienes evalúan a Kissinger como una figura responsable de miles de muertos en Suramérica y un avezado en ocultar la verdad y detrás de la intervención de la CIA en varios golpes de Estado sucedidos en Latinoamérica durante la década del 70.
Sus críticos lo señalan ligado a varios regímenes dictatoriales latinoamericanos, tales como la dictadura de Augusto Pinochet, en Chile, así como por ser el responsable de planes represivos como la Operación Cóndor, cuya célula de origen habría sido la Academia de las Américas.
Washington, 27 junio 2013
PL