El sol lanzó una potente llamarada esta madrugada, la más fuerte en lo que va de año, y provocó afectaciones en el radio de alta frecuencia, indicaron expertos.
Informaciones del Centro de Predicción del Clima Espacial, supervisado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, aseguran que explosión estuvo acompañada de una brillante eyección de masa coronal, una nube de partículas y radiación que puede causar problemas en los satélites y redes eléctricas.
Sin embargo, la Tierra no se encuentra en su camino, por lo que no habrá daños, señalan.
La llamarada en cuestión fue clasificada como clase X1.7. Ellas pueden ser de clase A, B, C, M y X, de menor a mayor intensidad, seguidas de un número que va del uno al nueve.
Los especialistas consideran que el sol se encuentra cerca de su pico de gran intensidad, pero a pesar de las numerosas investigaciones en curso no es posible prevenir cada una de estas erupciones, pues la mayoría surgen sin avisos.
Una tormenta solar lo suficientemente fuerte desestabilizaría, incluso de forma catastrófica, una buena parte de la tecnología global. El mundo moderno depende en exceso de la red satelital, de telecomunicaciones, aparatos electrónicos de todo tipo, tecnologías todas muy vulnerables a variaciones espaciales.
Hasta el momento, la más severa registrada en la historia ocurrió en 1859, y se lo conoce como la fulguración de Carrington o evento Carrington. La misma causó fallas electromagnéticas a lo largo de todo el mundo, y aparecieron auroras en latitudes tan extrañas como el ecuador.
Washington, 13 mayo 2013
PL