Se ha señalado que en los próximos días, Chile vivirá la mayor cita internacional de su historia. Ello es efectivo. Pero lo más significativo es que el país será el escenario de un hecho de enorme envergadura para América Latina y El Caribe, que anuncia el punto de partida de la materialización de los sueños de integración de los Libertadores. Se puede hacer esta aseveración sin temor a exagerar.
Entre el 26 y el 27 de enero próximos se realizará la primera Cumbre dela Comunidadde Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea(UE). Serán 33 los países latinoamericanos participantes con los 28 integrantes del pacto comunitario del Viejo Continente. Después, entre los días 27 y 28, se efectuarála Cumbre de la CELAC, en la que Sebastián Piñera entregarála Presidencia pro témpore de la entidad al Presidente de Cuba, Raúl Castro Ruz. En forma paralela se desarrollará la “Cumbre de los Pueblos”, con una agenda “Por la justicia social, la solidaridad internacional y la soberanía de los pueblos”.
EL SUR TAMBIÉN EXISTE
La CELAC es una organización cuya constitución fue concertada por los países de la región en el 2008 durante encuentros en México y Brasil. Luego, se fundó en el 2011, en Caracas. En esa oportunidad, el Presidente Hugo Chávez señaló que la CELAC“debe ser un territorio de paz, de unión y de integración efectiva y real”. La entidad tiene en sus raíces fundacionales el contundente antecedente de dos procesos integracionistas:la Alianza Bolivarianapara los Pueblos de Nuestra América (ALBA, 2004) yla Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR, 2008). Es la primera ocasión en que los 33 países al sur del Río Bravo, sin Estados Unidos y Canadá, se articulan en una propuesta socio–económica y política, con una perspectiva de cooperación y complementariedad.
Una evidencia contundente de su fortaleza, a pesar de su breve recorrido, es el hecho mismo de que la poderosa Unión Europea concurra a un diálogo con una entidad que tiene un corto período de existencia, y que agrupa a un subcontinente que, por largo tiempo, mantuvo relaciones de subordinación y asimetría con los centros hegemónicos mundiales.
Durante su participación en la primera sesión presidencial de la CELAC, en Caracas en el 2011, el Presidente Raúl Castro afirmó que “la CELACes nuestra obra más preciada, simbólicamente consolida el concepto de una región unida y soberana comprometida con un destino común. En términos estratégicos, nos brinda el instrumento político requerido para aunar voluntades, respetar la diversidad, resolver diferencias, cooperar con el bien de nuestros pueblos y solidarizarnos los unos con los otros”. Afirmó que con su fundación “reivindicamos más de 200 años de lucha y esperanzas. Llegar tan lejos nos ha costado esfuerzo pero también sangre y sacrificio”.
Indicó que “su éxito dependerá del carácter y la sabiduría de sus miembros, que somos las 33 naciones independientes situadas entre el Río Bravo yla Patagonia”. Y, en este sentido, recordó que “las potencias imperiales de hoy han sido enemigas del empeño” para la integración de América. “Han intentado desafiar el ideario de Simón Bolívar”, subrayó.
“En la unidad en torno a la soberanía, el desarrollo y la equidad estará nuestra fuerza y de ella dependerá la prosperidad con justicia de los ciudadanos de esta vasta y rica región. No tenemos un ideario plenamente homogéneo, ni coincidimos en todas las posiciones políticas. Esa es parte de la realidad y con ella debemos trabajar en un clima de respeto y cooperación”, sostuvo.
Tras concluir el intercambio con los europeos, los Jefes de Estado y de Gobierno de la región realizarán su propio encuentro, en el cual Cuba asumirá la presidencia temporal del mecanismo, detentado hasta entonces por el Mandatario de Chile. Antes de Chile, la responsabilidad estuvo en manos de Venezuela.
Sin duda, pudiera resultar sorprendente, considerando el hecho que Sebastián Piñera es un hombre de la derecha política y económica, cuya coalición sustenta su Gobierno, y que el comandante Raúl Castro fue uno de los arquitectos de la primera Revolución de carácter socialista que conoció América.
Sin embargo, este mismo dato confirma el nivel de consistencia que ha adquirido la CELAC en cuyos países miembros se ha ido haciendo crecientemente hegemónico el convencimiento de la necesidad de asumir, como política de Estado, la búsqueda de la integración independiente y autónoma de América Latina y El Caribe, como condición fundamental para el desarrollo de la región.
En términos concretos, el hecho de que corresponda a Cuba asumir la presidencia pro témpore dela CELAC, luego de haber sido expulsada de la OEA por orden del Gobierno de Washington, es una señal de soberanía y de la fortaleza de la senda de unidad en la diversidad.
Por otro lado, es también un reconocimiento a la contribución de Cuba a este proceso, cuya política exterior ha estado marcada, desde siempre, por la solidaridad entre los pueblos y la unidad latinoamericana. Su compromiso de siempre con las causas justas en cualquier parte del mundo es un capital político y ético fundamental para potenciarla CELAC en el próximo período.
El canciller de Chile, Alfredo Moreno, aseguró el domingo 20 de enero, en entrevista con “El Mercurio” que la troika conformada por Venezuela, Cuba y Chile ha trabajado “muy bien” en la dirección de la CELAC. Reconoció que la composición del triunvirato “sorprende mucho a algunas personas”, pero aclaró que “no hemos tenido ninguna dificultad, avanzamos muy bien”. En este sentido, subrayó: “Por eso no veo que con Cuba en la presidencia pro tempore no siga igual”, agregando que “ellos (Cuba) tienen una diplomacia muy profesional”.
Moreno admitió que en la región “hay grupos de países con modelos muy distintos al chileno y otros muy similares, al igual que en Europa, pero hemos aprendido que hay una cantidad enorme de cosas en que colaborar para beneficio mutuo”.
El consenso existente en la región en torno a estas materias ha sido compartido por el Gobierno de Chile desde la constitución de la CELAC. No hay duda alguna de que todo el país valora positivamente la importancia de las Cumbres. Pero hay excepciones.
DISPARANDO A CUBA
El 27 de diciembre, el secretario general de Renovación Nacional, Mario Desbordes, a través de su cuenta en Twitter escribió: “Lamentable la venida a Chile de Raúl Castro. Cualquier justificación que se dé es insuficiente para recibir a tan nefasto personaje”. Y lo aseveraba uno de los principales directivos de una de las fuerzas que sustentaron a la dictadura militar en Chile.
Luego, el 8 de enero, “El Mercurio” consignó en su editorial que “lo paradójico es que (…) deberá entregar la presidencia de CELAC a Cuba, país que representado por Raúl Castro no cumple con el primer objetivo declarado de la organización”, es decir, la “preservación de la democracia”. Y advirtió que “la legitimidad del gobierno de Cuba no está en agenda, pero debería ser un tema a tratar en próximas citas si es que el bloque quiere adquirir la relevancia esperada”. Y lo sostenía un diario que fue clave, con el sustento de la CIA, para el golpe de Estado en Chile hace ya casi 40 años y que luego respaldó la tiranía hasta su último día.
A continuación, el 16 de enero apareció en “La Tercera” una carta de Carlos del Campo García, director de “Acción Familia”, en la cual fustiga a Raúl Castro, al que califica de “cabeza de la tiranía comunista cubana”, aseverando que su presencia en Chile “no servirá sino para desprestigiar por su incoherencia al gobierno en su discurso por los derechos humanos; mostrar la completa parcialidad del Instituto Nacional de Derechos Humanos, que hasta ahora mantiene un hermético silencio sobre esta visita; (y) revelar cuán poco importa el verdadero concepto de democracia al Partido Comunista”.
Y “Acción Familia” es la actual expresión de la secta ultraconservadora y promedieval llamada “Tradición, Familia y Propiedad” (TFP), más conocida como FIDUCIA.
El 18 de enero, la Corporación 11 de Septiembre presentó una demanda judicial contra Raúl Castro, acusándolo de financiar y proveer recursos a sectores de la oposición al régimen militar, específicamente el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Su presidente, el ex oficial del Ejército Juan González, dijo que “Queremos hacer lo que los políticos no se atreven a hacer, como es detener a uno de los mayores dictadores del mundo”. Y es una entidad formada, entre otros, por un puñado de ultraderechistas nostálgicos de la dictadura y por ex agentes de la siniestra Central Nacional de Informaciones (CNI).
Al día siguiente, el senador de la Democracia Cristiana, Patricio Walker, concedió una entrevista al periodista Pedro Corzo de la Radio Martí, emisora propiedad de Estados Unidos, creada y financiada por Washington en su prolongada guerra contra Cuba. El parlamentario, que a lo largo de los años ha persistido en el propósito de transformar la situación de Cuba en un problema político interno de Chile, manifestó que “para los demócratas chilenos” (sic) sería “difícil entender que Raúl Castro ocupe la presidencia de la CELAC”.
Al coro de tamaños “defensores de los derechos humanos” no podía ausentarse la UDI, partido que fue el principal arquitecto ideológico del proyecto de la dictadura militar. El 2 de enero, después de una reunión del Comité Político en La Moneda, el secretario general de la colectividad, José Antonio Kast, advirtió que estaban evaluando incluso presentar una acción judicial ante el ministro en visita Mario Carroza, que investiga la muerte del senador Jaime Guzmán, “ya que Cuba ha amparado a personas que han sido involucradas y partícipes en el homicidio”.
No obstante, el magistrado desestimó categóricamente el 21 de enero que en la causa judicial esté acreditada alguna “conexión cubana” en el caso. “No es un elemento que yo he considerado que está adentro de la causa de la investigación del crimen de Jaime Guzmán, por lo tanto no parece factible”, aseveró. Agregó que, además, el Presidente Castro “tiene inmunidad y no parece factible que se puede concretarse una situación de ese tipo”. Y añadió que una diligencia de ese tipo, “no parece necesaria”. Y añadió que “en este caso debemos obrar con mucha prudencia y mucha coherencia dentro de lo que estamos investigando, que es el homicidio de Guzmán”.
Al mismo tiempo, el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, indicó que “los jefes de Estado tienen una inmunidad absoluta de jurisdicción”. De modo que, agregó, “cualquier acción en los tribunales chilenos no tendría impacto alguno sobre ningún jefe de Estado”.
La UDI reformuló entonces su estrategia y a través de su presidente, Patricio Melero, señaló que harán llegar a los jefes de Estado que participen de la cumbre una carpeta con antecedentes que mostrarían sus imputaciones contra Cuba.
Con todo, no hay duda alguna de que en la proyección profunda del acontecimiento, lo que perdurará será el nuevo tiempo de integración que se abre para todos los pueblos de América Latina y El Caribe. Al momento de la formación de la CELAC, el Presidente Raúl Castro recordó las palabras de Simon Bolívar: “La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”.
Por Víctor Osorio. El autor es periodista y presidente dela IC
Santiago de Chile 23 de enero 2013
Crónica Digital