Las declaraciones del Presidente Nacional del PDC al diario La Tercera dejan la impresión que hay dirigentes políticos que todavía creen que la guerra fría no ha terminado. Aprovechamos a informarle al senador Ignacio Walker que la guerra fría terminó el año 1990.
Su argumento central al parecer contiene la idea que el Partido Comunista de Chile tendría pendiente por rendir una prueba o test de respeto a la democracia.
Peregrina idea que subyace en el alma conservadora de algunos demócrata cristianos, que se apuran en mencionar países extranjeros como Corea del Norte o Cuba, como si hubiesemos olvidado el acalorado apoyo brindado por el COPEI venezolano (congénere del PDC chileno) al golpe de Estado intentado el año 2002 contra el Presidente Hugo Chávez. Su alusión elogiosa al Gobierno de Gabriel González Videla tampoco deja bien parada la coherencia del presidente del PDC, como si la política del Partido Comunista se redujera a policías y manifestantes en la calle.
Podríamos también preguntarle al senador DC, si no le hacen asco en materia de derechos humanos los multimillonarios negocios de los empresarios chilenos con la República Popular China gobernada por el Partido Comunista más numeroso del mundo… ¡O el senador Walker se opuso al Tratado de Libre Comercio firmado el 2005 entre su gobierno y la República Popular China?
Aun así, los comunistas tienen un record poco fácil de igualar en este país: la historia del Partido Comunista de Chile no tiene ninguna mancha de tentativas golpistas ni de apoyo al golpismo militar en nuestro país.
El argumento del senador Walker para pretender marginar a los comunistas de cualquier perspectiva futura de entendimiento con la DC, parte desde dos premisas insuficientes: primero, que parece que el Presidente del PDC se dedica a repartir cargos y cuotas en un gobierno inexistente que no ha sido ganado, y segundo, que desconoce el aporte de los comunistas no solo a la elección de los dos últimos Presidentes concertacionistas (que ganaron la Presidencia de la República gracias al denostado y disciplinado voto comunista en segunda vuelta), sino que olvida el entendimiento programático alcanzado en segunda vuelta del 2010 entre el Partido Comunista y el demócratacristiano candidato presidencial Eduardo Frei Ruiz Tagle.
¿Cuáles serían los votos comunistas que considera prescindibles el Presidente del PDC…? ¿Los de la segunda vuelta de la elección de Ricardo Lagos o los de la segunda vuelta de la elección de Michelle Bachelet?
Con razón el Partido Comunista nunca ha estado interesado en ser parte de la Concertación y así seguirá siendo.
¿Para qué le sirven los votos comunistas a los seguidores de Ignacio Walker?
En sus declaraciones al diario La Tercera dice que no quiere hacer alianzas con el PC, pero cuando contabiliza los resultados electorales de las municipales, suma los votos de los comunistas a su coalición. ¿Contradictorio no…?
¡Acaso entusiasmado con el reciente acuerdo suscrito con el Gobierno para la Ley de Pesca… o “embolinado” todavía con el acuerdo político alcanzado en enero con Renovación Nacional, el senador Walker mantiene el mismo “juego a dos bandas” que acusa, cuando dice que “la DC no va a formar parte de una coalición política con el PC”, ya que olvida que la Concertación es una coalición desfalleciente que es incapaz de ganar el gobierno sola y elude -por un instante- la necesidad de construir la unidad política y social de toda la oposición, para que se realicen todos los cambios que la ciudadanía reclama…!
Santiago de Chile 26 de noviembre 2012
Manuel Luis Rodríguez U.
Cronica Digital