Un documentado informe de la Plataforma de Estudios e Investigaciones de Conflictos Campesinos, responsabilizó hoy a la represión policial por el saldo trágico del desalojo campesino utilizado para justificar la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo.
El estudio, presentado por el presidente de la Plataforma, Domingo Laino, está avalado por vídeos, fotos y declaraciones de testigos del episodio ocurrido el pasado mes de junio en la localidad de Curuguaty, que culminó con la muerte de 11 campesinos y seis agentes policíacos.
El hecho, que conmocionó a la sociedad paraguaya, se alega fue provocado por un supuesto apoyo de Lugo a grupos violentos de labriegos, que presuntamente emboscaron a la fuerza pública, y constituyó principal acusación durante el juicio político abierto al mandatario para sacarlo de su cargo.
El informe, elaborado por un equipo dirigido por el jurista español Altor Martínez, señaló que en el desalojo estuvieron 323 efectivos policiales, que debían negociar la salida del terreno ocupado por 60 campesinos, pero la violencia generó también más de 100 heridos.
Durante una conferencia de prensa se mostraron vídeos e imágenes que desmienten la alegada emboscada campesina, pues en la recepción a los policías estaban presentes hasta mujeres y niños, algo insólito si se hubiera preparado un ataque.
El tipo de disparos, sus sonidos y las heridas producto de ellos determinan la utilización de armas de grueso calibre, automáticas, que nunca fueron halladas en el campamento ni incautadas a los campesinos, quienes apenas tenían escopetas viejas y sólo una fue disparada.
Las declaraciones de varios policías y campesinos que sobrevivieron expresan que francotiradores apostados alrededor y no identificados, comenzaron a disparar propiciándose la masacre, menciona el informe.
La policía hizo fuego indiscriminadamente contra quienes no respondían a los disparos y accedió al lugar ejecutando a todos los campesinos que fue encontrando y ello se demuestra, según el informe, porque muchos murieron por heridas causadas a corta distancia.
El estudio sobre lo sucedido, que incluye la denuncia de detenciones y maltratos a detenidos menores de edad y la colocación de falsas evidencias para inculpar a los labriegos, contrasta con el divulgado sobre el tema, en sentido contrario, por la Fiscalía.
Asunción, 3 de octubre 2012
Crónica Digital