Miles de denuncias se han presentado en Francia contra la firma Poly Implant Prothése (PIP) por la fabricación de implantes mamarios con una silicona industrial dañina para la salud.
Los productos elaborados con ese gel, no autorizado en la Unión Europea, sufren el doble de ruptura que los de otras marcas y provocan irritación, dolor e inflamación en los ganglios linfáticos. De acuerdo con el abogado Philippe Courtois, desde marzo pasado se recibieron alrededor cuatro mil 500 demandas de féminas afectadas por la PIP.
Las autoridades sanitarias francesas recomendaron a todas las portadoras retirarse las prótesis y, según la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento y de Productos de la Salud, hasta finales de mayo 10 mil 37 mujeres se sometieron a operaciones para su extracción.
Precisó la entidad que, del total de implantes retirados, más de dos mil 600 presentaban roturas.
Aunque hasta ahora no se ha declarado un vínculo entre el uso de los implantes PIP y los padecimientos oncológicos, 53 mujeres presentaban adenocarcinomas mamarios, informó la agencia sanitaria.
La PIP fue cerrada en 2010, pero para entonces ya había producido cientos de miles de prótesis que fueron comercializadas en todo el mundo, sobre todo en Europa, Estados Unidos y América Latina.
El dueño de la firma, Jean-Claude Mas, fue encarcelado en marzo en la ciudad de Marsella por no haber pagado una fianza impuesta por un juez.
Está acusado además de engaño agravado y homicidios involuntarios, y enfrenta también denuncias por blanqueo de dinero y fraude fiscal.
Paris, 13 de julio 2012
Crónica Digital