Según la presidenta nacional del gremio, Marina Guevara “es preocupante que un módulo de un diplomado que entrega herramientas a cualquier profesional de la salud para atender a mujeres embarazadas y partos, pretenda igualar la capacidad profesional de una matrona que estudia 5 años en la universidad para el mismo fin”, expresó la dirigente y añadió “que si alguna persona formada en estas 140 horas atiende un parto, estará violando el artículo 117 del Código Sanitario.
“El código establece claramente que son las matronas y matrones los únicos que pueden ejercer servicios profesionales para la atención del embarazo, parto y puerperio normales, y la atención del recién nacido, como asimismo, actividades relacionadas con la lactancia materna, la planificación familiar, la salud sexual y reproductiva y la ejecución de acciones derivadas del diagnóstico y tratamiento médico”, expresó Guevara.
Sin embargo, dijo “parece que ni al Ministerio de Salud ni al de Educación les merece mayor atención las horas y el propósito del curso”, se cuestionó la dirigenta y llamó a las matronas y al resto de los profesionales de la salud a permanecer en alerta frente a las políticas sanitarias y de educación que está avalando el gobierno, pues “lejos de proteger nuestra labor, está poniendo en juego el prestigio social del que goza la profesión que ejercemos en los servicios de salud”, expresó.
Además, cuestionó el hecho de que el Ministerio de Educación esté pensando en reducir a ocho los semestre de formación de todas las carreras universitarias, para bajar el costo que estas tienen para el alumno, sobre todo si se esta reducción también incluiría a las carreras del sector salud.
“Con este enfoque hacia las carreras de salud, sin control adecuado de calidad y promoviendo iniciativas como las de la PUC, podemos estar frente a un retroceso de los estándares logrados en un trabajo de décadas”, espetó Marina al tiempo de recordar que cuando los estudiantes se movilizaron, lo hicieron no sólo por el lucro sino que esencialmente por la calidad de la educación.
En este caso, dijo, es más grave aún pues “con estas nivelaciones por decreto, se conseguirá precarizar la atención de las embarazadas, en circunstancias que en Chile tenemos los más bajos niveles de mortalidad perinatal del mundo”, puntualizó.
Por Nayareth Quevedo M.
Santiago de Chile, 31 de mayo 2012
Crónica Digital
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