Una queja formal a las autoridades académicas de la Pontifica Universidad Católica (PUC) presentó este mediodía el Colegio de Matronas y Matrones de Chile, a raíz de que dicha casa de estudios comenzará a impartir el Diplomado “Nacer en Familia”, que, según señalan sus objetivos, está dirigido a “profesionales de salud que requieran actualización y/o capacitación avanzada para la implementación del modelo de asistencia de parto para embarazos de bajo riesgo obstétricos”.
La carta fue ingresada por la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román, y está dirigida al decano de la Facultad de Medicina de la PUC, Dr. Luis Ibáñez, ya que el diplomado será impartido, desde esta semana, por la Escuela de Enfermería, dependiente de dicha unidad académica.
A juicio de Anita Román, “se pretende, mediante un taller de 37 horas –de un total de 4 que tiene el Diplomado-, reemplazar las 5.000 horas que le toma a un estudiante obtener su título de Obstetricia. Nos parece alarmante y grave esta situación, considerando que el Código Sanitario es claro en dicho aspecto: sólo las matronas y matrones son los únicos capacitados para ejercer la función de asistir un parto”.
Sobre lo mismo, anunció que “mañana iremos con el abogado del Colegio a presentar un recurso de protección en la Corte de Apelaciones, bajo el argumento que este tipo de iniciativas académicas ponen en riesgo la salud e incluso la vida de las madres y sus hijos, ya que cualquier persona con esta capacitación, que más encima es semipresencial, podría argumentar que tiene los conocimientos técnicos para atender un alumbramiento, en circunstancias que eso no es así”.
En la carta enviada al Dr. Ibáñez se advierte que capacitar a personas en la atención obstétrica “es muy válido, para países que no cuentan con la formación de profesionales”, situación que no ocurre en Chile, ya que especialidad de formar las matrones y matrones data desde 1834 en nuestro país y que ha permitido tener los más bajos indicadores de mortalidad materna y perinatal a nivel mundial.
“La existencia casi bicentenaria de nuestra profesión ha permitido a las políticas públicas de salud la implementación de programas y guías clínicas hacia la mujer la familia y la sociedad, que contienen acciones que por código sanitario son exclusivas de las matronas y matrones, no de las enfermeras ni de las enfermeras matronas, lo que nos parece injusto para todos y todas aquellas jóvenes que estudian algo que no van a poder ejercer”, agrega la misiva.
Del mismo, recuerda que “en Chile, de acuerdo al artículo 117 del Código Sanitario, la atención y control del embarazo, el parto y puerperio normal -es decir de bajo riesgo-, lo realizan sólo las matronas y matrones y no cualquier profesional, lo que ofrecer la posibilidad de ejercer esta función con 37 horas de preparación por módulo es muestra evidente de la denuncia hecha por el movimiento estudiantil sobre la calidad de la educación superior, y por otro lado cualquier otro profesional que realice estas actividades será acusado por ejercicio ilegal de la profesión”.
“Por todo lo expuesto nos parece peligrosa la existencia de este diplomado y por la seguridad de la población le solicitamos lo retire del mercado educacional”, concluye la carta.
Santiago de Chile, 29 de mayo 2012
Crónica Digital