Los efectos de la crisis europea se están haciendo sentir en la economía global, ante una eventual salida de Grecia de la zona Euro, la recesión en España y la nueva relación entre Francia y Alemania.
Este escenario no ha dejado indiferente a nuestro país, por los efectos que puede generar en la economía de esta parte del mundo. Por este motivo, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, citó a su comité de crisis para analizar el futuro económico del país y ver cómo enfrentar los embates de una de las peores crisis que se recuerde en los últimos años en el viejo continente.
A juicio del especialista de la Universidad de Santiago, Francisco Castañeda, Chile en virtud de su estructura económica de alta apertura comercial, “se acopla rápidamente a las alzas internacionales, pero también a las caídas, entonces lo que está haciendo correctamente el gobierno, es anticiparse a esta crisis”.
Castañeda insiste en la idea anterior, en el sentido que el gobierno local no puede actuar con rezago, por lo que considera como un acierto que el Presidente se reúna con los ministros y los encargados sectoriales para delinear un plan de contingencia. “Esto lo hace cualquier gobierno, y es razonable porque la dimensión de la crisis en Europa es colosal”.
En su análisis el economista vaticina que la salida de los helenos de la zona euro, podría generar en nuestro país “efectos negativos en la bolsa, en los fondos de pensiones, en el precio del cobre -que ya ha sufrido algunas bajas en las últimas semanas- y es muy probable que el dólar siga subiendo en el corto plazo generando volatilidad en los mercados”. Castañeda explica que los efectos a través del canal financiero son más instantáneos y se transmiten con velocidad, mientras que los efectos sobre el canal comercial (exportaciones e importaciones) actúan con rezagos de meses.
Desaceleración en el corto y mediano plazo
Según el académico de la Universidad de Santiago, los efectos de la crisis griega en nuestro país no se harían esperar y los más afectados, como siempre, serían los sectores más vulnerables económicamente. “Chile tiene una distribución del ingreso muy mala, por lo que una desaceleración de la economía afecta a los sectores de menos ingreso más rápidamente; entonces, no hay que anticiparse y decir que no nos va pasar nada, porque no es así”.
El académico de la Facultad de Administración y Economía del plantel estatal, recordó que nuestro país sigue dependiendo en gran medida de la exportación de cobre, “con un coeficiente tecnológico bajo en relación a economías más avanzadas, como por ejemplo Corea y otros países de desarrollo similar, por lo tanto, nuestra capacidad de resiliencia es menor frente a un ciclo adverso como el que se avecina”.
Sin embargo, el economista aclara que entre las fortalezas que posee Chile para enfrentar un agravamiento de esta crisis, está “la disposición de un fondo soberano producto de los altos precios pasados del cobre, para inyectar recursos a los diferentes sectores económicos. Esto debe reflejarse en el plan de contingencia del gobierno con una clara política fiscal contracíclica. También debería preocupar a la autoridad la estabilidad del sistema bancario y, ciertamente, parte del riesgo europeo se irá traspasando en la proporción de su fondeo externo al costo de fondo internacional de la banca doméstica”.
Por este motivo, el economista de la estatal U. de Santiago recomienda que “el gobierno y la oposición acuerden un escenario de consenso respecto de la reforma tributaria, porque si la crisis Europea empeora, dejará un escenario menor para opciones más ambiciosas respecto del tema tributario”.
Por Rodrigo Tapia
Santiago de Chile, 28 de mayo 2012
Crónica Digital