Por cierto, el proceso lectivo entraña una dimensión mucho más amplia que los meros resultados que arrojen tests estandarizados, pero incluso restringiendo a ese plano el análisis, las brechas entre Helsinki y Santiago sitúan a ambas en las antípodas. Así, mientras el 82% de los chilenos no comprende lo que lee, el examen PISA ubicó a los estudiantes finlandeses en el tercer lugar mundial en el área lectora, en el segundo del orbe en análisis matemático y en el primero en ciencias, liderando, además, todos los procesos de evaluación del aprendizaje en la OCDE. Dichos datos podrían resultar parciales si tomamos en cuenta la educación como proceso social global.
Sin embargo, Finlandia también aporta otros elementos a tomar en cuenta: la enseñanza en ese país, en los niveles primario, secundario y universitario, es completamente gratuita y pública. ¿Más antecedentes? Sí. Finlandia destina el 14% de su presupuesto a educación y gasta por cada estudiante de enseñanza básica el doble que Chile. No se lucra con la educación y eso tiene consecuencias interesantes en el ámbito académico. Cuando las autoridades chilenas preguntaron a Kimmo Kuortti cuál era la clave, mencionó justamente aquello que el MINEDUC está menos dispuesto a tocar, vale decir, la calidad de la misma.
Mientras Chile creyó que el asunto se resolvía condenando a los educandos a una doble jornada y sus resultados siguen cayendo de manera estrepitosa, en Finlandia la población tiene derecho a la salud y a la alimentación, concurriendo sus estudiantes sólo a 31 horas semanales en un proceso que, entre básica y secundaria, suma 9 años y no 12. Pero a la carrera docente no ingresan todos ni mucho menos: sólo el 20% de los aspirantes.
En Chile es al revés: la mayoría de quienes cursan pedagogía admiten que no era esa su opción prioritaria a la hora de escoger. No se trata, evidentemente, de aplicar mecánicamente un modelo u otro, pero sí de analizar los enfoques que hay tras cada experiencia para abrir de una vez la discusión sobre propuestas que aporten a la construcción de una realidad distinta a la actual.
Por Academia Libre
Santiago de Chile, 24 de mayo 2012
Crónica Digital
Todo al revés en Chile.Pero también los educandos y el proyecto país están en otra lógica.
Los dueños de Nokia (que explotan minas con cabros chicos africanos) necesitan mano de obra barata pero bien caliifcada en Malasia (elaboración de aparatos electrónicos), para que los analfabetas chilenos snobistas compren sus celulares.
Cuando pensamos en educación ¿qué es lo que imaginamos realmente? Los fineses son considerados beneficiarios de la mejor educación, ¿pero cuál es su formación ética?