Pienso que siempre latente un problema conceptual en los principales líderes o, en este caso, cuando se trata del presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, el principal dirigente de los empresarios. Ellos representan un punto de vista legítimo, no solamente legítimo sino que importante. Pero no son los dueños del país, dijo el senador Escalone, en entrevista con Radio W.
Creo que ahí siempre se produce una distorsión. Esa distorsión arranca de la creencia que por ser los dueños del capital, a ellos les corresponde decir la última palabra y emitir el juicio final respecto de s temas que se están llevando a cabo en la discusión de la sociedad chilena y eso no es así. Es un punto de vista, incluso un punto de vista importante, pero no son los dueños del país, reiteró.
Y esa confusión que se produce cada cierto tiempo en el liderazgo empresarial, se ha hecho presente desde el año 1990 hasta la fecha. No solamente ha habido un cierto complejo de tutela militar que se fue desplazando con el tiempo y que, afortunadamente, se alejó con la salida de Pinochet de la Comandancia en Jefe, sino que, además, ha existido en estos años de renaciente democracia esta pretensión, de que la palabra final sobre aquellos temas controvertidos del país la tiene que decir el empresariado. La palabra final de los temas controvertidos y que le importan al país la tiene que decir la sociedad civil en su conjunto, señaló.
Así es que ayer, una vez más, el líder de los empresarios cayó en esa grave confusión conceptual, sostuvo.
TONO DESCOMEDIDO
Sobre el tono del discurso del presidente de la CPC, Escalona dijo que creo que el tono fue francamente descomedido. Creo que no refleja lo que debiese ser el discurso de un representante de los empresarios.
La propia prensa económica del país, que no está controlada por el Gobierno, ha sacado ya con motivo del fin de año, informes sobre las altísimas rentabilidades de la empresa, en particular el señor Ovalle proviene de un sector, que es el de la gran minería, donde este año las rentabilidades han sido elevadísimas. Por ejemplo, en el caso de Minera La Escondida y de otras. Estas utilidades se elevan a cifras tan gigantescas como los 5.000 millones de dólares, añadió.
Santiago de Chile, 5 de diciembre 2007
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