Para Cristián Gutiérrez, jefe de la campaña de salmonicultura de Oceana, la decisión de hacer el taller a puertas cerradas en lugar de compartir información que es de interés público, demuestra una vez más la falta de transparencia que envuelve la actividad salmonera en nuestro país. El acceso a información de uso público debe primar para poder tomar las mejores decisiones en torno a esta industria. Cualquier debate serio tiene que pasar por compartir los datos de estudios, análisis e investigaciones con todos los sectores involucrados, no sólo a las organizaciones ambientales, sino también las comunidades costeras, los pescadores, etc.
En cuanto al tema central del evento, Gutiérrez explicó que un brote masivo de ISA afectó a varios centros de cultivo chilenos el pasado verano, obligando al Servicio Nacional de Pesca a realizar una cosecha de emergencia y sacrificar más de un millón de salmones de cultivo infectados. Para el profesional, la aparición de este virus es síntoma de problemas más amplios de la industria salmonera chilena, como la sobreproducción, la falta de regulaciones y la preeminencia de intereses económicos sobre intereses ambientales y sociales. A modo de ejemplo, explicó que si bien el virus ISA no afecta a los humanos, no se sabe si tiene incidencia sobre otros peces que habitan en torno a las balsas jaulas, y que son el principal recurso para los pescadores artesanales del sector.
Andrea Kavanagh, directora de Pure Salmon Campaign, dijo por su parte que el gobierno chileno está colaborando en esta situación al tener una política de puertas cerradas, respecto de la industria salmonera, al negarse a proporcionar acceso a la información. La negativa del gobierno chileno a tomar acciones contra la industria, continuará dañando a todos quienes están conectados con ella, incluyendo a los consumidores e inversionistas. No es sólo la industria la que debería tener vergüenza acerca de esta situación sino que también el gobierno, por fracasar en hacer su trabajo de regulación de esta industria.
A pesar de lo que la industria y el gobierno quieren que se crea, el cultivo de salmón chileno está plagado de problemas, dijo Cristian Pérez, representante chileno de Pure Salmon Campaign. Los escapes, temas laborales, piojos de mar, muertes de trabajadores y ahora la Anemia Infecciosa del Salmón (ISA), están impactando perjudicialmente al ambiente marino, las comunidades locales y a la economía. Cambiar de lugar los centros de cultivo desde las áreas afectadas por enfermedades infecciosas e infestadas con piojos de mar, hacia otras áreas prístinas no es la solución, simplemente es trasladar el problema hacia otro sitio.
ISA es un virus que puede ser letal para los peces, pero que no afecta a los seres humanos. Inadecuados controles de calidad de las ovas han causado brotes masivos de ISA. Los piojos de mar pueden hacer esta situación todavía peor. Estos pequeños parásitos actúan como un vector de ISA, ayudando a transmitir la enfermedad entre los centros de cultivo. La alta densidad de jaulas con redes-abiertas y las grandes cantidades de piojos de mar en las aguas cercanas, proporciona al agente de ISA la habilidad de diseminarse rápidamente dentro de la región chilena donde se concentra la industria salmonera.
Puerto Varas, 20 de noviembre 2007
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