Cada vez más convencido de la urgente necesidad de que tenemos y cambiarlo por uno de verdad, que esté a la altura de nuestra realidad de país sísmico y donde ocurren desastres naturales se manifestó el senador Alejandro Navarro quien dijo que “la situación de crisis que se vive en el norte, especialmente en Tocopilla, ha mostrado que la Onemi, no cuenta con la capacidad, los medios y la estructura organizacional suficiente, cuando se trata de atender las necesidad básicas de miles de ciudadanos afectados”.
El parlamentario indicó que “ya el año pasado, cuando se produjeron graves inundaciones y derrumbes en la Región del Bío-Bío quedó claro que la figura institucional de la Onemi es insuficiente para responder oportuna y adecuadamente a todas las situaciones que se generan en un estado de emergencia. Por eso, entre otras razones, presentamos junto al senador Horvath, un proyecto que establece que el director de la Onemi debe contar con un título universitario correspondiente a una carrera vinculada con las ciencias naturales, físicas o matemáticas, además de contar con estudios y experiencia en prevención de riesgos y manejo de crisis.”
“Claramente -dijo- y aunque hay antecedentes anteriores respecto a la articulación de una oficina de emergencia, la actual Onemi existe desde marzo de 1974, cuando a través del DL 369, fue creada oficialmente por la dictadura. La visión de ese entonces, en un contexto donde no habían autoridades electas, y los alcaldes y municipios eran parte del aparto del Estado, no puede seguir siendo la columna vertebral para un país donde hay un desigual desarrollo, diferentes características geográficas y diversas concentraciones de población”.
Navarro enfatizó que “seguramente hoy, existen municipios que cuentan suficientes recursos para tener oficinas municipales de emergencia reales y operativas, pero hay una gran mayoría donde la función de encargado de emergencia recae sobre un funcionario que cumple otras funciones permanentes, y donde no existen recursos adicionales y focalizados, ni radios, ni vehículos, ni capacitación para contar con un equipo efectivamente preparado para el tema”.
“En esa misma línea -prosiguió- es que también propusimos un proyecto de acuerdo que fue aprobado por la sala del Senado el año pasado, que proponía que en el marco de la capacitación que las fuerzas armadas les entregan a los jóvenes que hacen el servicio militar, se entregará capacitación especializada, según la zona del país en que estuvieran destinados, para saber enfrentar de la mejor manera situaciones generadas por aluviones, crecidas de ríos, deslizamientos de tierra y nieve, derrumbes, temblores, incendios forestales y otros desastres naturales de reiterada ocurrencia en nuestro país, así como también entrenándolos para asumir roles activos en situaciones de mayor complejidad, en caso de que ocurrieran, como podría ser el caso de un tsunami”, finalizó.
Santiago de Chile, 18 de noviembre 2007
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