Según un informe divulgado en la revista The Lancet, científicos de la Universidad de Sydney documentaron que ni el diclofenaco, ni técnicas de manipulación espinal lograron efectos clínicos útiles en la recuperación de personas afectadas.
Para llegar a esas conclusiones, los especialistas estudiaron 240 pacientes que padecían de dolores de espalda bajos y habían sido tratados con acetaminofén.
Los sujetos fueron divididos en cuatro grupos, el primero recibió 100 miligramos diarios de diclofenaco y terapia de manipulación, otro, fue tratado con el medicamento y masajes simulados.
Al tercer grupo le fue indicada terapia de manipulación y un placebo, y el último recibió un placebo y masajes simulados.
En todos los casos la mejoría fue similar, lo que induce a pensar el poco efecto del AINE en esa dolencia.
Daniel Mazanec, director asociado del Centro para la salud espinal de la clínica Cleveland, indicó que para los pacientes que tienen dolor lumbar agudo no específico de duración promedio de nueve días, las directrices recomiendan la importancia de mantenerse activos.
También se puede tomar algún analgésico sencillo, manifestó.
Los efectos secundarios potenciales de los AINE (ibuprofeno, naproxeno) hacen que sea recomendable evitarlos si es posible, aseguró otro investigador.
Se estima que cuatro de cada cinco individuos padeció o padecerá en algún momento de su vida de malestares lumbares, un mal casi siempre causado por posturas inadecuadas mantenidas durante mucho tiempo.
Hasta hace unos años, el reposo era lo más recomendable para la lumbalgia inespecífica, es decir, ese dolor en la parte inferior de la espalda que emana de los músculos, las articulaciones, discos o ligamentos.
Sin embargo, hoy en día cada vez parece más claro que la actividad física es clave para recuperarse de una dolencia considerada, junto a la gripe común, una de las mayores causas de ausentismo laboral en países desarrollados.
Camberra, 12 de noviembre 2007
Prensa Latina , 0, 60, 10