Ell emisario de Casa Blanca empezó una gira por varios países de América Latina. Su primera escala el día martes fue El Salvador y el día miércoles estuvo en Colombia.
En el país centroamericano, el emisario de Washington se reunió con el presidente Elías Antonio Saca, y otros funcionarios gubernamentales para discutir temas de seguridad en la región y otros asuntos.
Durante una conferencia de prensa conjunta con el mandatario, el Secretario de Defensa estadounidense habló sobre la participación de El Salvador en operaciones en el invadido país de Irak, describiéndola como uno de los socios más fieles de la coalición.
Por si parte, el presidente Saca prometió continuar el apoyo. El Salvador tiene 280 soldados estacionados en Irak y es el único país latinoamericano con tropas allí.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, respaldó hoy los límites impuestos por el gobierno de Colombia para un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para la liberación de 45 secuestrados por esa guerrilla, entre ellos tres estadounidenses.
En la jornada de ayer, Gates en Colombia se entrevistó con el presidente, Álvaro Uribe, uno de los más fieles aliados de Estados Unidos en la región.
El jefe del Pentágono respaldó un anuncio hecho horas antes por Uribe, en el sentido de que no acepta que se incluya a dos guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) extraditados a Estados Unidos, bajo cargos de narcotráfico en una lista de canje de rehenes.
Los estadounidenses en poder de las FARC desde el 2003 son Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves, y las FARC plantearon su liberación a cambio de que el país norteamericano devuelva a Colombia a los rebeldes conocidos como Simón Trinidad y Sonia.
Los tres estadounidenses son parte del grupo de 45 políticos, soldados y policías considerados canjeables, entre los cuales se encuentra la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt, secuestrada en el 2002.
En su corta estadía en el país sudamericano, Gates visitó la base militar de Tolemaida, situada 100 kilómetros al suroeste de Bogotá, acompañado por el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos.
Allí, analizó los resultados de lo que Washington llama la lucha antinarcóticos y contra el terrorismo y una brigada especial creada hace siete años con la asistencia estadounidense, que es la más grande de Colombia.
El secretario de Defensa conversó con los comandantes de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla; Ejército, general Mario Montoya; la Armada, almirante Guillermo Barrera; y la Fuerza Aérea, general Jorge Ballesteros.
Cabe destacar, que desde que la administración de Rafael Correa en Ecuador manifestó que no renovaría la concesión de la Base Militar de Manta, distintos medios periodísticos sostienen que esa base sería trasladada a Colombia o Perú.
Antes de viajar a Chile, Gates y Santos concedieron una rueda de prensa en la que ambos coincidieron en los resultados positivos de la cooperación, especialmente en materia de seguridad.
Gates dijo que su país apoya fuertemente el esfuerzo de profesionalización de las Fuerzas Militares de Colombia`, y calificó al país como `un aliado importante.
Por su lado, el ministro colombiano recordó que Estados Unidos anunció un recorte en la ayuda militar a su país, después de entregar más de 4.000 millones de dólares (2.818 millones de euros) dentro del Plan Colombia, que comenzó en el 2000.
La ayuda a Colombia se recortó en junio pasado, aunque Santos subrayó que la ayuda se mantiene en términos generales.
Según se pudo detectar la gira del enviado de la Casa Blanca seguirá hoy en Chile, para luego seguir hacia Perú y Surinam.
Este itinerario es claro en su connotación. El funcionario estadounidense tiene en su agenda la visita a países latinoamericanos claramente alineados con Washington.
Además, analistas consideran que el viaje del secretario de Defensa también tiene el objetivo de contrarestar la creciente influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, entre sus vecinos. También se estima que está buscando un nuevo lugar para una base militar de Manta.
Dicho sea de paso, Gates aprovechó esta gira para hablar sobre Chávez, señalando que la política de Caracas es un peligro para la estabilidad y prosperidad de los venezolanos.
Estas acusaciones fueron rápidamente respondidas por Venezuela. El vicepresidente del país sudamericano, Jorge Rodríguez fue el que respondió al estadounidense.
Al referirse a Gates, quien dijo que la política de Chávez es un peligro para la estabilidad y prosperidad de los venezolanos, el funcionario señaló que efectivamente Venezuela es un peligro, pero para los gendarmes del mundo.
Claro que lo es (un peligro) para la estabilidad de los imperios del mundo, para los que se consideran policías del planeta y nos vamos a ir convirtiendo en un peligro mayor en la medida que el pueblo atienda mayor el llamado a organizarse. Sin duda nos convertiremos en un peligro para los gendarmes del mundo, expresó Rodríguez en un acto público.
Rodríguez dijo que el apoyo popular al presidente se reafirmará el sábado cuando se reúna con 13,000 dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que promueve el mandatario.
Creo que nos vamos a ir convirtiendo en un peligro mayor en la medida en que el pueblo venezolano siga respondiendo de la manera como lo está haciendo al llamado del presidente Chávez a organizarse. Es decir, ahora yo diría que somos un peligro 84,000 veces mayor porque ya tenemos electos nuestros voceros y voceras, y comisionados (del PSUV), indicó.
Yo creo que es completamente imposible que se logre revertir este viento de libertad, de autodeterminación, de soberanía, que los líderes del continente americano están obligados a defender, indicó.
Añadió que ya no es el presidente Chávez como una voz en el desierto, como era a finales de la década de los noventa.
Ya es todo un continente que lucha por su autodeterminación, por su soberanía, que lucha por su libertad plena y dudo mucho que venga un funcionario de estos a intentar revertir el curso de la historia, aseveró.
Santiago de Chile, 4 de octubre 2007
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