Es obvio de que debe haber un resguardo, pero que este sea a la distancia y que en ningún caso sea intimidatorio y provocador, ya que no queremos que se repitan escenas como de las que fuimos testigo para las marchas de los jóvenes que participaron de la revolución pinguina el año 2006.
Además, Navarro, señaló que “hacemos un llamado a los convocados a que no permitan la injerencia externa que empañe esta jornada, ya que nadie quiere disturbios ni excesos que enloden las demandas, que interpretan las frustraciones y los desencantos de este modelo económico y social, y que, a la vez, expresan las dos almas de la Concertación- yo estoy en esta, junto a los trabajadores-“.
El parlamentario, reprochó que “algunos sectores aún en democracia recurran al terrorismo comunicacional para disuadir antes de tiempo a los trabajadores que esperan participar de la convocatoria y que sólo buscan defender sus derechos, los que son justos y razonables, por ello es que adherimos y apoyamos”.
Navarro lamentó que “se subestime la jornada de movilizaciones. Claramente los que hacen ese ejercicio de bajo contenido social, no han analizado que esta movilización no es cuantitativa, sino que cualitativa, ya que no depende del número de trabajadores que veamos o no en las calles, sino que refleja y manifiesta los millones de hombres y mujeres que, aunque no aparezcan con banderas en las marchas, adhieren de igual forma y hacen conciencia a este llamado nacional, apoyando la movilización”.
“La verdadera preocupación-agregó- que debe enfocarnos hoy es que los trabajadores rechazan en democracia lo mismo que peleaban por terminar en dictadura. Por ello es que estoy convencido de que esta democracia debe ser reevaluada, porque tiene un sistema que permite abusos y que acepta que se pasen a llevar los derechos de los trabajadores. Por ello es que yo repudio este sistema social que no tiene participación y que, por lo demás, está hecho en base a una Constitución de dictadura, aún cuando tenga la firma, porque es sólo la firma, del ex presidente Lagos”.
El legislador, recalcó que “apoyamos la movilización, porque es legítima y porque las demandas son totalmente justas. Además, el movimiento responde a una vía natural de las cosas: el modelo económico está desgastado y, en ese sentido, es razonable la preocupación y manifestación de los trabajadores”.
Santiago de Chile, 29 de agosto 2007
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