Triveño aseveró que el sismo afectó un total de 45 mil 500 viviendas, cifra mayor que la suministrada por la defensa civil, que dio cuenta de 33 mil 192 casas destruidas y 33 mil 191 familias damnificadas.
Las cifras difundidas por el gobernador fueron aportadas en una reunión que, según dijo, sostuvo ayer con el presidente Alan García, quien se encuentra en la ciudad de Pisco -250 kilómetros al sur de aquí- desde el día siguiente del violento sismo del pasado miércoles.
Entretanto, el Instituto Nacional de Defensa Civil informó que el número de muertos se elevó a 496, tras nuevos hallazgos de cadáveres bajo lo escombros, entre los que buscan víctimas los rescatistas nacionales y extranjeros.
La cifra con firmada se acerca ya a las del Cuerpo de Bomberos y otras fuentes no oficiales, que hablan de más de 500 muertos.
La prensa entretanto da cuenta de que el hedor de los cadáveres en descomposición que aún no han sido rescatados se siente con fuerza en Pisco.
La situación de los damnificados sigue siendo crítica y anoche se registraron nuevos intentos de saqueos por parte de pobladores desesperados por la falta de alimentos y agua, que según medios de prensa trataban de interceptar camiones con ayuda.
Persisten las denuncias de que la ayuda no llega a la mayoría de los pobladores de Pisco, así como Ica, Chincha y Cañete, las otras ciudades más afectadas, aunque el gobierno insiste en que mejora la distribución.
El ejecutivo estableció albergues con carpas y alimentos, para que la población se concentre en ellos, pero muchos damnificados se resisten a abandonar los restos de sus casas por temor a perder lo que queda de sus pertenencias.
La inseguridad sigue siendo igualmente un problema por la actividad de pandillas que asaltan y saquean, ante lo cual por la noche se escucharon en Pisco disparos al aire.
El gobierno anunció el envío de más tropas y no descarta establecer el toque de queda, para imponer el orden a como de lugar, según el presidente Alan Garcpia, mientras se reporta que grupos de afectados se organizan para defenderse de la delincuencia.
La ayuda nacional e internacional sigue llegando a la zona afectada, aunque en el primer caso sin orden, por las múltiples iniciativas privadas de recolección de víveres y otros medios de ayuda, que se torna masiva.
La ministra de Transportes, Verónica Zavala, llamó a la población a entregar sus donaciones a los centros de defensa civil en Lima y abstenerse de llevar en vehículos pequeños la ayuda, porque el gran número de estos congestiona el tránsito en Ica y dificulta el accesdo de camiones de alto tonelaje con alimentos y agua.
Lima, 20 de agosto 2007
Prensa Latina , 0, 29, 11