La mandataria firmó esta semana un proyecto que -cuando sea aprobado por el Congreso- permitirá, por primera vez, a los ciudadanos proponer leyes al Parlamento, ampliando así los marcos de su participación política.
La iniciativa, parte de una serie de propuestas gubernamentales para “empoderar” a la ciudadanía y hacerla más participativa, debe recorrer ahora varias etapas hasta convertirse en ley, cuando deberá ser reglamentada antes de ser aplicable.
La llamada Iniciativa Ciudadana de Ley fue defendida así por la presidenta chilena: “mientras más participación exista, mejor democracia tendremos. Mientras más confrontación de ideas se produzca, vamos a estar impelidos a encontrar mejores argumentos”.
Ante dudas de algunos miembros del parlamento, Bachelet aclaró: “no se preocupen, porque esta ley, lejos de significar una amenaza para sus importantes funciones, hay que entenderla como una manera de robustecer el ejercicio democrático”.
En esencia, mediante esta medida, las leyes del país no sólo podrán tener su origen en la Presidencia, la Cámara de Diputados o el Senado, sino también en la propia ciudadanía, organizada conforme a las nuevas disposiciones.
“Cuando terminemos el año 2010, gracias a estas reformas en diseño y gestión de políticas públicas, en información y transparencia a los ciudadanos, en participación y calidad de la política, el gobierno será más ciudadano”, aseguró Bachelet.
La mandataria también recordó que su gobierno ha propuesto una reforma al excluyente sistema electoral binominal “para corregir el incuestionable déficit de representatividad que éste tiene”, un proyecto presentado, pero aun no aprobado en el parlamento.
A 48 horas de anunciada la nueva ley, organizaciones sociales y políticas, varias de ellas excluidas del parlamento por el sistema electoral vigente, sostuvieron reuniones para rechazar esa marginación y algunos plantearon la necesidad de redactar una nueva constitución.
Este domingo, por ejemplo, líderes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), junto a dirigentes de los partidos Comunista, Socialista, Radical, Por la Democracia, Demócrata Cristiano y otros, se reunieron para rechazar el sistema binominal y la exclusión.
Y, el sábado, representantes de esas y otras fuerzas se reunieron bajo el lema “Una Constitución Democrática Ahora”, en una serie de encuentros políticos cada vez más frecuentes.
El ex presidente del Partido Socialista Jorge Arrate recordó en un artículo esta semana que esos dirigentes están construyendo “un amplio movimiento por una Asamblea Constituyente”.
Arrate sostuvo que “se requiere sanear el origen ilegítimo de la actual Constitución y discutir sus contenidos. Esa tarea -dijo- debe realizarla una Asamblea Constituyente y su propuesta debe ser posteriormente sometida a un plebiscito”.
Agregó que Chile necesita otra Constitución, que garantice los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y “para establecer un régimen político que pueda llamarse verdaderamente democrático”.
Por Jorge Luna. El autor es periodista y corresponsal de la agencia de noticias Prensa Latina en Chile.
Santiago de Chile, 23 de julio 2007
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