El convenio, cuyo texto será sometido a referendo el 7 de octubre en Costa Rica, prevé el tráfico y comercialización de estas partes del cuerpo humano como artículos de exportación y libres de impuestos en el ítem 30019010, del Anexo 3.3.
Marcos Vinicio, ministro de Comercio Exterior de ese país, admitió que de aprobarse el documento esas partes humanas serán negociadas como cualquier mercancía del comercio internacional.
En respuesta escrita al médico costarricense Rodrigo Cabezas, el funcionario confirmó además que para este producto en particular, Costa Rica acordó eliminar el arancel de importación de esta mercancía a la entrada en vigencia de este Tratado”.
El mensaje gubernamental DM-0592-7, fechado el 15 de mayo de 2007, despertó la indignación de varios galenos y se sumó a los argumentos manejados por quienes luchan contra la aplicación del TLC y recogidos por varios medios de comunicación.
Guido Miranda, ex presidente de la Caja Costarricense del Seguro Social, criticó el reconocimiento por parte de esa entidad de que el libre comercio aplicaría sobre esas partes del cuerpo humano.
Para el doctor, la legitimación de la comercialización de partes del cuerpo humano como artículos de exportación y libres de impuestos alienta el tráfico de huesos, riñones y otros órganos.
Tal partida, incluida en el texto que profundizó la conflictividad social en la otrora Suiza de Centroamérica, fue calificada de vergonzosa por el galeno Arturo Robles.
El ex presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos consideró que ello atenta contra el principio de ética y moral del quehacer profesional: metieron los huesos, órganos y tejidos humanos como si fueran latas de sardinas o palos de escoba, reaccionó.
Miranda cuestionó cómo se van a obtener esos órganos, aunque el semanario Informa-tico recordó que en Costa Rica operan instituciones promotoras de esas actividades, como es el caso de un banco de sangre del cordón umbilical de los recién nacidos.
Ese centro cobra 100 dólares mensuales por resguardar las células madres de los niños para utilizarlas, en el futuro, para enfrentar enfermedades, reflejó la publicación.
Rodrigo Gutiérrez, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Judas Tadeo, declaró que el tema del comercio de órganos es solamente un ejemplo dentro de un proceso económico que propició la transformación de la salud en una mercancía.
La donación de órganos históricamente constituyó un acto humanitario y de alto espíritu. Sin embargo, con lo establecido en el TLC con Estados Unidos esas partes del cuerpo serán exportados y el costo ascenderá a miles de dólares, alertó Robles.
Por Isabel Soto Mayedo
Santo Domingo, 17 de julio 2007
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